Publicado  viernes, 24 de agosto de 2007

Por: Ramón Morales Verduga

Email: moralesverdugaramon@gmail.com


LA RESPONSABILIDAD PERIODISTICA

La sociedad desde sus antepasados ha necesitado adeptos de ética, moral y trascendencia periodística a través de los medios de comunicación. Muchos comunicadores sociales, u otros que tratan de hacer periodismo a través del micrófono o medio impreso, sin haber pisado un aula de clases universitarias, han perdido valores elocuentes de respeto hacia una de las profesiones más complicadas pero hermosas del mundo, la del “Periodista”.

Se han degenerado características fundamentales como la imparcialidad, la objetividad, la información veraz, las fuentes y demás componentes que los comunicadores del nuevo mundo van encareciendo con el paso del tiempo, por la desdichada subjetividad, desconocimiento informativo y la maldita retaquería que atenta a todos los ámbitos del periodismo.

La falta de originalidad de algunos medios sean estos: escritos, radiales o televisivos dan la sensación de que nuestras neuronas cerebrales solo sirven para depender de los que triunfan sin medida y que nos hacen sentir cada día más inferiores y mediocres en el aspecto de la comunicación social.

Con todo lo dicho, podemos mencionar que: “Es fácil llegar a la meta, lo difícil es mantenerse”. Los periodistas del Siglo XXI tienen el derecho de informar pero de manera objetiva, veraz y ecuánime de lo que queramos expresar, puesto que la sociedad necesita diariamente estar advertida del acontecer noticioso de Manabí, el Ecuador y el mundo entero. Claro está que el irrespeto, el morbo y el sensacionalismo debe estar pisoteado ante cualquier trascendencia informativa.