DESILUSIÓN Y APRENDIZAJE

Publicado  martes, 30 de diciembre de 2014



El 2014 se cerró con desilusión y una experiencia más de aprendizaje para dirigentes, jugadores e hinchada. Liga de Portoviejo no logró el objetivo de llegar a la serie de privilegio 2015. Justo en la temporada donde el equipo verde y blanco, cumplió 45 años de vida institucional y deportiva.

El poder de  inversión económica y el cumplimiento, fueron las claves de esta dirigencia comandada por José Zambrano, Eder Cevallos, Santiago Montenegro y compañía.  Los universitarios conformaron el mejor equipo de la serie “B”. Inclusive, por encima de Aucas y River Plate, los dos clasificados a la serie A. Sin embargo: “Los ascensos  no lo logran los nombres, sino los hombres”. La regularidad de resultados es el premio fehaciente para lograr el tan anhelado sueño, que lamentablemente no se cumplió.

Los dirigentes de la capira, pagaron piso a las distintas ingenuidades que cometieron durante el trayecto. Errores de los cuáles deben aprender para ser mejores en próximas experiencias. De seguro, enmendado aquello, todo se optimizará. Para ser un gran líder dirigencial, no solo basta invertir. Hay que tener sapiencia a la hora de contratar asesores, jugadores y cuerpo técnico, que estén sumamente comprometidos con el proyecto deportivo.

Los futbolistas son como los hijos. Se les debe decir “SÍ”,  y también “NO”. El grado de afinidad debe estar apegado al gran sentido común y “PROFESIONAL”. Pero sobre todo, de “Respeto”. Reitero: “RES-PE-TO”. (Por si alguno no tiene comprensión gramatical).
Escuché pensamientos, como el que uno de los peores deslices de esta dirigencia fue haber contratado como entrenador a Fabián Bustos. Es fácil hablar con pasionismo y con el hígado. Pero como me gusta hablar con argumentos, comencemos.

El “Inservible” Fabián Bustos (Como algunos lo llamaron irrespetuosamente) consiguió el 61 % de puntos mientras estuvo al frente del banquillo de Liga de Portoviejo. Dejó al equipo con 49 unidades  y más 18 de gol diferencia. Ganó 15 de 27 partidos. Y es más, sacó el 70 % de los puntos de local y el 51 % de unidades en condición de visitante.

Desde la salida del señor Fabián Bustos, el equipo (Con César Vigevanni y Miguel Parrales) hizo 26 puntos y más 1 de gol diferencia. Es decir, el 51 % de los puntos posibles en 17 fechas. No digo que los responsables del no ascenso, sean los dos anteriores técnicos nombrados. Pero las estadísticas no mienten. Ni River, ni Aucas, en algunas de las dos etapas, hicieron 44 unidades.


Aucas                                    Primer Etapa (40 puntos)         Segunda Etapa (43puntos)
River Plate                            Primer Etapa (42 puntos)         Segunda Etapa (36 puntos)
Liga de Portoviejo              Primer Etapa (44 puntos)         Segunda Etapa (31 puntos)

No obstante, sería subjetivo decir que con Bustos se hubiera llegado a la serie “A”. Nadie lo puede descifrar. Considero que se iba por el camino correcto en cuanto a la consecución de puntos. Desde mi punto de vista, “SE APRE-SU-RA-RON” en cesarlo de sus funciones. Y lo más sorprendente, quienes pedían a gritos que lo despidan, al término de la campaña se subieron a la camioneta del arrepentimiento, diciendo: “Fue un error grave de esta dirigencia. El profe Bustos debía continuar”. Cae como anillo al dedo, la frase de algún político ecuatoriano: “Cuanta doble moral”.

Así mismo, sostengo mi postura: Hubo actos de indisciplina que ni los técnicos ni los dirigentes pudieron controlar. Cuando se quiso poner mano dura a varios jugadores que llegaron al equipo, fue demasiado tarde. De ahí en más, el compromiso de los distintos futbolistas se fue perdiendo de a poco, especialmente los que tuvieron que dejar la institución por los “mangajismos” e “indisciplinas” de siempre. Fallaron a la hinchada y dirigencia.

En otro tema. Varios aficionados me escribieron a mi programa de SuperK800 Guayaquil y Deporte Xsport Radio, para que opine sobre si la prensa manabita fue responsable del descalabro de la capira en este año. De los colegas  no puedo hablar y al respecto en la universidad estudié una materia que se llama “Ética Periodística”. Mientras hice prensa escrita, radial y televisiva en Manabí, me dediqué simplemente a lo mío y a empujar a los proyectos que tenía al frente. No era de los que estaba pendiente con una radio al lado, para escuchar lo que decía la competencia. Mi clave, fue marcar diferencias. Los colegas saben lo que pienso de ellos, y tengo claro, lo que ellos piensan de mí. Es verdad, no comparto preceptos con ellos pero eso no quiere decir que no los respete

Creo fielmente, que tanto el jugador de fútbol como el dirigente, deben hacer caso omiso a los buenos y malos comentarios de la prensa deportiva. Nunca se dejen tentar por los elogios, porque muchas veces se convierten en una hipocresía absoluta. Decía Marcelo Bielsa: “En el fútbol tiene que haber una gran alegría o una gran tristeza. El problema es que en el fracaso se sufre más por la injusticia del trato”Cuando aquellos paradigmas cambien, todo saldrá flote. Mientras tanto, habrá que seguir invirtiendo, experimentando y apostando al trabajo serio de una verdadera “INSTITUCIÓN DEPORTIVA”. Ese es el deber de todos los que conforman LIGA DE PORTOVIEJO.


Escrito por Ramón Morales Verduga
Periodista de Ecuador TV y SuperK800

Twitter  @Rmoralesverduga


EL CLÁSICO MÁS AÑORADO

Publicado  lunes, 15 de diciembre de 2014




Fuente Fotográfica: @Futbolizados


                                    EL CLÁSICO MÁS AÑORADO

El partido más esperado por la hinchada ecuatoriana. El único encuentro  que es capaz de paralizar a un país. Serán 180 minutos de nervios agobiantes y angustias al borde del infarto. Las sensaciones finales traerán alegrías desbordantes, para unos. Llantos incesantes, para otros. 

Nunca será lo mismo ganar o perder un clásico en la primera o segunda etapa del torneo, que triunfar o sucumbir en una final. Todos. Absolutamente todos, quedarán marcados para bien o para mal. Las cargadas de los contrarios, será el condimento especial de por vida.

Sin exageraciones, este será  el partido más importante del fútbol ecuatoriano en los últimos 50 años. Por todo lo que se juega. Por el orgullo personal y colectivo. Por la única razón que da alegría a los pobres, ricos o mendigos de la sociedad deportiva  nacional: Su Barcelona o su Emelec. 

Las redes sociales (twitter y Facebook) llegarán a la máxima cúspide de mensajes o tendencias. Los  medios impresos, digitales, los programas deportivos de radio y televisión; prepararán reportajes  en su máximo esplendor.  Se vivirá una semana inusual. De amuletos, de pedidos al todo poderoso y el resto de santos. Días de recuerdos y añoranzas por las victorias obtenidas. Eso produce, el clásico más importante del Ecuador, y que tendrá episodios distintos  en Guayaquil.
Barcelona y Emelec no solo se juegan un clásico más, sino la oportunidad de campeonar el próximo 21 de diciembre. Una de las razones por la que “FALLAR” es imposible para cualquiera de los hermanos de barrio. Este miércoles, 20H00, se jugará el primero de los dos duelos futboleros.  Clásicos, son clásicos. Que gane el fútbol y que la violencia no aparezca… (RMV)