SECUELAS DE LA MEDICORIDAD

Publicado  jueves, 31 de julio de 2008

Por: Ramón Morales Verduga

En la vida, el éxito competitivo no está asegurado para ninguna institución y en el aspecto futbolístico ni que hablar. Las imperfecciones deportivas las palpamos día a día en el Ecuador. Y especialmente en los equipos del astillero.

Comencemos analizando a Barcelona, de quién sin lugar a dudas se esperaba más por muchos factores. ¿Por qué? Es simple. La inversión de los dirigentes toreros se basó en 10 millones de dólares, dinero con el cual se conformó un equipo de ensueño, plagado de formidables jugadores del ámbito nacional e internacional (Hurtado, Zárate, Sessa, Mondaini, Delgado, Los Hidalgo, Zura, Castro, De Jesús, Palacios); entre otros, que en muchos pasajes de los partidos no demostraron la actitud futbolística que la ejecutaron el año pasado en sus diferentes escuadras. La camiseta amarilla, durante los últimos años ha estado inmersa en vergonzosas presentaciones futbolísticas y ha dejado evidenciar anualmente el infinito cáncer de no conseguir un campeonato. Todo apunta a la siguiente moraleja: Un equipo no está lleno de nombres, sino de hombres, los cuales no sean conformistas.

Lo del Emelec es un caso aparte. Quizás no se invirtió, como lo hizo su hermano de barrio. Pulverizó el sentimiento del verdadero hincha eléctrico con contrataciones rimbombantes que solo ocasionaron más desazón y paradigmas de insignificancia permanente. El Trapito Vega, Ludueña y Prieto no demostraron con su juego lo que sí evidenciaba cada uno con el cartel de figuras. Algunos dirigentes quisieron retroceder algunos años y repatriaron e Carlos Alberto Juárez, quien en su momento fue figura del cuadro millonario. Habrá que ver si en la actualidad no le pesan los años y la falta de ritmo que no tuvo desde el año pasado.

Barcelona y Emelec siguen en el pozo de insignificancia deportiva sin que exista un progreso. Se quedaron sin liguilla en esta primera etapa del 2008 y en la segunda deberán clasificar en primer lugar, si es que quieren pelear el campeonato a fin de temporada. Caso contrario, los sinónimos de la insignificancia serán llenando el libro de incompetencias deportivas entre dirigentes, jugadores y cuerpo técnico.

Por los pequeños hinchas de Barcelona

Publicado  martes, 8 de julio de 2008

Por: Franklin Verduga Rodriguez (Guayquil- Ecuador)
Escrito publicado en el Diario El Universo el 8 de julio del 2008
Los recuerdos más bellos de mi infancia y juventud son los que viví junto al equipo de mi alma. Con seis años de edad entré por primera vez al Estadio Modelo para ver un clásico del astillero. Me llevó mi querido Tío Iván Vérduga Vélez, (emelecista hasta la médula), con el afán de que siguiera a su equipo. Más, se encontró con un niño que jamás claudicó, que jamás se rindió ante las bondades del eterno rival.

Mi hermano Gian Carlos y yo, en nuestra adolescencia, seguimos a Barcelona en distintas canchas del Ecuador, gracias a mi padre que nos llevaba para seguir al equipo. Después vino el sueño del estadio propio. Nuestros padres nos regalaron dos palcos que aún conservamos y que son mudos testigos de la gesta de la copa Libertadores que empezó el cacho Malbernat y culminó Brindisi con el Vicecampeonato.

Cómo olvidar el partido contra Oriente Petrolero en Bolivia y las lágrimas de emoción al vencer a River Plate. Cómo olvidar el partido contra Cerro Porteño y clasificar a otra final. Y cómo olvidar el último Campeonato en el 97, después de la gesta contra El Nacional, remontando el marcador de dos goles en contra y tener que hacer tres goles en la final contra el Deportivo Quito. Lo logramos.

Seguimos asistiendo al mismo palco pero ahora en compañía de nuestros hijos (Franklin Emilio y Giancarlitos). Nunca han visto Campeón a su equipo, pero están ahí. Y veo la pureza de sus miradas, los rezos para que no pierda Barcelona. Parece increíble pero es verdad, rezaban para que no pierda Barcelona en tantos partidos en los que han asistido estos pequeños hinchas. Se decepcionan, pero siguen ahí, con esperanza, con ganas de sentir lo que sintieron sus padres. No claudican, no abandonan. Ellos reafirman el sentir popular de la hinchada más grande del país. Y mi hermano y yo nos decimos los diciembres... ya vendrá otra temporada, pero no llega. Es indiscutible que la mayoría de la dirigencia que llega a Barcelona tiene afán de lucro y figuración. Se ha utilizado a la institución como plataforma política.

A Barcelona le han robado el alma, ya no existe esa “garra” que era característica y patente exclusiva de Barcelona Sporting Club.

Le queda una tarea dura a la actual dirigencia. Siempre tenemos que mirar atrás y ver quiénes son nuestros ancestros, nosotros somos lo que somos por ellos. Y Barcelona es lo que es por su historia, pero en vez de nutrir la mística y la vergüenza deportiva, estos 10 últimos años se ha hecho todo lo contrario.

Entonces, por favor, no cometan los mismos errores. Llenen de talento y amor toda decisión que tomen por el club. Recuerden esos ojos llenos de esperanza y pureza de sus propios hijos y tendrán la clave del triunfo y le devolverán el alma a nuestro queridísimo Barcelona. Den todo sin esperar nada a cambio, sin cálculos. Su satisfacción vendrá por añadidura.

Se cumplió la profecía de Julio Rugel

Publicado  lunes, 7 de julio de 2008

Por: Ramón Morales Verduga

Email: moralesverdugaramon@gmail.com

Se cumplió la profecía de Julio Rugel

Antes que nada, quería dedicar este escrito al gran amigo, Julio Rugel, barcelonista a cien por cien, pero que apoyó como buen ecuatoriano a Liga de Quito, en la final frente al Fluminense. Recuerdo su trillada frase aquel 2 de julio del 2008: “Cevallos va a ser campeón de América”. Lo repetía constantemente. Y vaya que su deseo se cumplióLos pronósticos se dan muy pocas veces en el fútbol y que satisfacción que se haya dado para Liga de Quito, el actual monarca de América. Gritos de júbilo y complacencia se vivieron en todo el Ecuador por este hecho histórico.

Liga ha ganado por fútbol y por personalidad futbolística demostrada a lo largo de toda la competición sudamericana. Es así de sencillo. La gloria deportiva la saborean pocos equipos y el cuadro merengue lo ha palpitado desde hace una década. Tuvieron como base fundamental el compromiso serio, la organización constante y la sabiduría de pegar en el momento justo. Los albos cambiaron la mediocridad deportiva a nivel de clubes y enmudecieron el pensamiento insignificante de algunos que se sintieron ganadores por tan sólo conseguir vice campeonatos de América en su momento.

Fue un partido épico para José Francisco Cevallos. Las revanchas deportivas siempre están a la vuelta de la esquina y Pancho confirmó que es el mejor arquero ecuatoriano de todos los tiempos. Un equipo con una velocidad endemoniada, física y mentalmente. Vivacidad de transformación en espacios cortos y contundencia cuando llegaron al área rival.

Hay que acordarse de hombres como Campos, Calle, Araujo (el más regular de todos), Ambrossi, Manzo, Urrutia, Guerrón, Bolaños, Obregón; entre otros, cuya labor ha sido espléndida desde todo punto de vista. El Robbin Hood del ámbito dirigencial, ha sido el emblemático Rodrigo Paz, quien junto a su hijo, Esteban, magnificaron la idea de trabajar mediante procesos a largo plazo, donde la sapiencia de un líder técnico como Patón Bauza evidenció la casta ganadora del elenco blanco.

El fútbol es un deporte de detalles y de vivencias instantáneas. Por fin Liga de Quito consiguió lo que para muchos fue un sueño inconcluso. Los azucenas demostraron estar por encima del azar. Hoy, el fútbol ecuatoriano, se inscribió en el libro de los campeones de América. Durante muchos años nos sentaremos en el cielo del éxito y desde allí no bajaremos en algún tiempo. El mundial de clubes los espera en Japón. No sería casualidad de jugar la final contra el Manchester United…

El rey Aragonés y su discipulado, se consagraron en Europa

Publicado  martes, 1 de julio de 2008



BUTACA DEPORTIVA

Por: Ramón Morales Verduga

Email: moralesverdugaramon@gmail.com

No podía dejar de comentar de la Eurocopa de Naciones y sobre la consagración épica de España. La galanura, el dinamismo y la versatilidad de juego engranaron por completo al equipo rojo. Esperé mucho más de Holanda, Portugal e Italia (campeón del Mundo 2006), que con jugadores consagrados como Rud Van Nistelroy, Cristiano Ronaldo y Del Piero, no pudieron incidir categóricamente como lo han demostrado en sus clubes.

España destacó por ser un equipo con precisión, fuerza y contundencia. Tuvieron que pasar 44 años de decepciones y amarguras deportivas para que levanten la Copa y celebren con su población. Hay que matizar la sapiencia y creencia del técnico español, Luis Aragonés, que con firmeza separó de la convocatoria a jugadores emblemáticos como la de Raúl González, Antonio Reyes, Joaquín; entre otros. No le importó las asiduas críticas de la prensa, hinchas y dirigentes. Aragonés tuvo personalidad y no le tembló la mano a la hora de tomar sus sabias decisiones.

El esquema técnico- táctico del cuadro hispanoamericano ganó a lo largo de la competición europea. Jugó seis partidos y los dominó todos. Salieron airosos ante selecciones como Rusia, al que venció dos veces; ante Grecia, Suecia e Italia, al que lo eliminó en tanda de penales; y en la final venció a la poderosa Alemania, plagada de una constelación de estrellas. La generación española está en alza. Tienen calidad destructora ante cualquiera que se les cruce al frente.

Que tranquilidad debe percibir un estratega, al contar con jugadores de la exquisitez futbolística de Iker Casillas, en el arco; Puyol, Marchena o Ramos, en la defensa; la media conformada por Xavi Hernández (considerado el mejor jugador de la Eurocopa), Iniesta o Cec Fábregas; y adelante, la tertulia goleadora con la que se atemoriza España: Villa y El Niño Torres. ¡Simplemente inigualable!...

Hay que aprovechar este período y la meta próxima será Sudáfrica 2010. A lo largo de los años, observé muchas selecciones españolas que cayeron eliminados en instancias finales de algunos mundiales ( 1986,1990, 1994, 1998,2002 Y 2006). En el fútbol no todo es cuestión de suerte, es asunto de perseverancia y toma de decisiones, le duela a quien le duela. Y eso siempre Aragonés lo tuvo claro. Por eso el éxito es más español que nunca…(RMV)