DAVID ERAZO: A UN MES DE SU MUERTE

Siempre hemos estado de acuerdo de que el fútbol une a los pueblos y que necesariamente debe contribuir al buen entendimiento entre las distintas sociedades. Desde el marco estrictamente futbolístico y de resultados deportivos, las hinchadas son las responsables de alentar y de magnificar la fiesta en las gradas, donde la aventura del fervor popular no debe ser confundida con la violencia y la irracionalidad desmedida.

Esta semana se cumplió un mes del fallecimiento de David Erazo, de 17 años, integrante de la barra de el Nacional que fue asesinado salvajemente por un supuesto hincha de Liga de Quito, luego de que este último elenco le ganara a su tradicional rival, por una fecha del torneo ecuatoriano de fútbol.

Me pregunto, ¿A esa pocilga descomunal de la humanidad se le podría llamar hincha al fútbol?- Creo que usted apreciado lector y yo, no variaríamos en nuestro pensamiento al situarle calificativos al que asesinó al pobre hincha militar y si nos pondríamos en el pellejo del padre o madre, nuestra sed de venganza y desazón fuera incontrolable. Con relación a la investigación de la justicia ordinaria por el proceso de esclarecimiento del crimen, me atrevo a exponer que la impunidad estará como premisa principal. Las cortinas de humo vendrán y en su momento se dejará de sacar en limpio las causales del transgresión. Moraleja: La justicia ecuatoriana sigue revestida por la incompetencia y la indolencia humana, que transgrede en los derechos civiles y constitucionales que debe poseer todo ecuatoriano.

Con la muerte de David Erazo su familia quedó marcada para toda la vida. Él solo quería alentar a su equipo y con sus cánticos mostrar su himno del verdadero hincha del fútbol. Su voz y aliento se apagó por la perversidad de un patético delincuente, que en su momento se llamó fanático del balompié…. ¿Habrá probidad en este proceso?... (RMV)

Por: Ramón Morales Verduga
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