BUTACA DEPORTIVA
Por: Ramón Morales Verduga
Email: moralesverdugaramon@gmail.com
Definitivamente es un hecho histórico para el fútbol ecuatoriano. Liga de Quito se unió a los auténticos finalistas de la Copa Libertadores de América. La esfera de lo memorable lo cumplieron a cabalidad los jugadores y cuerpo técnico del cuadro albo. No obstante, sin el compromiso y apoyo incondicional de la dirigencia, nada se hubiera logrado.
Pero ¿Cuáles son las pautas eficientes que implantó Liga para obtener esta proeza deportiva?
Un equipo de fútbol sin una organización dirigencial equivale a firmes fracasos. La dirigencia alba comandada por Rodrigo Paz y Esteban Paz, delinearon un trabajo serio y juicioso, donde el respeto a los procesos juveniles, compra de jugadores de primer nivel y un contexto de esquema de marketing bien establecido, fue lo magno de este logro. Contrataron a un técnico capaz como Edgardo Bauza, quien con mesura, humildad y eficiencia pregonó que un equipo puede dar sorpresas cuando se tiene estilo, presencia e integrantes que sean disciplinados dentro y fuera del campo de juego. Por ende, la unión de grupo es trascendental de esta consecuencia y los jugadores evidenciaron que a un grupo unido, es difícil distanciarlo.
Desde el arco, José Cevallos demuestra que la experiencia no es coincidencia y que la mejor etapa de un arquero es después de los 30 años. En el aspecto defensivo, Araujo, Calle, Campos y Ambrossi, deslumbran con la compactación de juego y fortifican seguridad. El medio campo está equilibrado. Se juega al compás de Damián Manso. Los gladiadores: Urrutia, Vera, Bolaños son contundentes en la marca y la pasividad de juego se la puntualiza con la noción técnica y táctica que éstos cumplen. A ellos, la entrega y sacrificio les sobra.
La delantera merengue es de respeto y contundencia: Bieller, Guerrón o Delgado son el dolor de cabeza de cualquier zaga rival. Así lo demostraron a lo con goles, a lo largo del torneo continental. Moraleja: Liga no llegó a estas instancias por accidente sino por deseos de superación. Se respetó los procesos, hubo organización y raciocinio de los dirigentes. Sólo falta el último escollo: Fluminense de Brasil. Soñar no cuesta nada…
