Publicado  lunes, 18 de abril de 2011




A LOS BUENOS ARTÍTCULOS DEPORTIVOS HABRÁ QUE DARLE LA TRASCENDENCIA QUE SE MERECEN.. EN LA COLUMNA SEMANAL DE CARLOS BIANCHI (ESPN), ME QUEDARON MUCHAS REFLEXIONES EN LAS QUE COINCIDO CON EL EX CAMPEÓN CON VÉLEZ Y BOCA DE ARGENTINA.. DISFRUTEN DE LA LECTURA DEL DT GANADOR, Y POR SU PUESTO SIEMPRE ME GUSTA DETALLAR LA FUENTE: ESPN DEPORTES...

“Me invadió un sentimiento de frustración luego del 1-1 entre Real Madrid y Barcelona”


POR: CARLOS BIANCHI


Lo que escribo a continuación no crean que no lo viví nunca como jugador o director técnico. A mí también me pasó. Por haberlo sufrido en carne propia, imagino que los que vieron esta clase de partidos debieron sentirse tan decepcionados como yo lo estuve el sábado por la noche en el Santiago Bernabéu.
A medida que se desarrollaba el Clásico de España me vino a la memoria un partido de la temporada 1985-86 entre el campeón italiano del momento, Verona, y Juventus por la Copa de Europa. Después de recorrer 200 km. por ruta para ver por televisión ese horrible 0-0 me replanteaba en el regreso a casa, a las 3 de la madrugada, mi locura por querer tanto el fútbol.
Aunque en esta oportunidad no tengo que volver a Buenos Aires, me invadió un sentimiento de frustración por los que hicieron tanto sacrificio para ir al estadio a presenciar este match. En cuanto al ambiente, en ningún momento se vivió como si fuera un gran clásico. Pienso que es la manera en la que viven ellos los partidos. Y en cuanto a lo futbolístico, no quiero ser muy crítico, pero nunca me pareció que estaban en el campo de juego los equipos que más posibilidades tienen de ganar la Champions League. Los que ostentan presupuestos de 400 millones de euros.
Real Madrid jugó como piensa su técnico que puede llegar a ganar. Siente que lo hace a disgusto, "contre couer" como se diría en francés. Pero de esta forma no respeta la historia del club. Por tradición el Merengue es "conquistador", así que llama la atención verlo en una posición táctica tan defensiva, diciéndole a su adversario: "Ustedes son superiores, entonces jugamos a no jugar".
Los primeros 45 minutos se disputaron en el campo de Real Madrid, que salió a través de algún contraataque esporádico o forzando corners para generar peligro en las alturas y explotar el punto débil de Barcelona. El equipo de Mourinho creó dos situaciones de gol y en una de ellas, Adriano salvó sobre la línea.
Con el juego que exhibió, Real Madrid no quiso imponer sus virtudes, sino rebajar el potencial del contrario. Los que mejor monopolizan el balón, Iniesta, Xavi y Alves, no pesaron para nada. Al fin de cuentas el mejor jugador del dueño de casa, y tal vez de la cancha, terminó siendo Pepe, en una posición que no es la suya.

Lo llamativo es que el Barça cuando pudo noquear no lo hizo. Durante la primera etapa manejó la pelota en terreno rival, pero cuando se puso en ventaja lo llevó a cabo en su propio campo, dándole la posibilidad de llegar al empate a un limitado adversario, tanto en lo numérico como en lo futbolístico.
Por el lado del conjunto blaugrana, jugó como de costumbre, aunque con una lentitud que se asemejó al fútbol de los años '60. Barcelona hizo que Real Madrid se limitara a quedarse en su campo, con la única solución del contraataque, y le quitó un poco la soberbia que tiene el equipo madrileño cuando recibe a rivales que sólo piensan en perder por la menor cantidad de goles.
Lo que declaró Mourinho al término del partido, sobre sus ganas de poder jugarle al Barcelona 11 contra 11, yo no lo tengo en cuenta. La del portugués es una táctica tan vieja como el mundo, que pretende cuestionar para que esa situación la tenga en algún momento a su favor. La roja a Raúl Albiol estuvo bien mostrada. Lo que no entiendo es por qué el árbitro no expulsó a Alves cuando pitó el penal.
¿Fueron realmente penales? Todo depende de la lupa con la que se los mire. Es una cuestión de apreciación tanto para los dos que se cobraron, como para el de Villa que no se sancionó.
Todos estaban esperando ver cuál de las dos estrellas anotaba su gol y al final de cuenta marcaron los dos. Sin embargo, no creo que se haya dado lo que deseaban Lionel Messi y Cristiano Ronaldo. Esperemos que en los próximos tres clásicos puedan festejar en acciones de juego.
LAS CONCLUSIONES DEL 1-1

Hoy Barcelona debe pensar que fue positivo este empate con el que conserva la distancia de 8 puntos entre ellos, pero internamente se debe estar lamentando, porque claramente 11 no es lo mismo. Además nunca un campeón le sacó tantos puntos al segundo, en este caso su rival tradicional y económico por el poderío que tienen ambos.
Seguramente Real Madrid tomará confianza tras haber empatado un partido que mientras estaban 11 contra 11 estaba perdiendo. Además creerá que el sistema utilizado es el ideal para jugarle al Barça.
Dado que no nos mostraron demasiado fútbol, para terminar les cuento algo que vi por primera vez en mi vida. En el cambio de Di María, en vez de atravesar el campo y salir por donde entraba su compañero, Arbeloa salió por el lado opuesto y dentro del campo de juego, pasando por el arco del Barcelona.
Esperemos que este miércoles, en Valencia, pueda tener la fortuna de ver otro nivel de partido en la final de la Copa del Rey. Sobre todo deseo que Real Madrid no tenga tan presente que enfrenta al mejor equipo de fútbol del mundo y que pueda demostrar, con los más de 20 internacionales que tiene, que sigue siendo ese "conquistador" que fue siempre.
Por el lado de Barcelona, quisiera que toque eficazmente y no como lo hizo este sabado cuando pasó a ganar en Madrid.
Nos volveremos a encontrar el próximo jueves, con mucha más alegría de mi parte después de una gran final.
Felicidades.

Carlos Bianchi es el 13º goleador de la historia del fútbol mundial y el técnico que más títulos ganó en el fútbol argentino. Surgió como jugador en Vélez Sarsfield de su país, donde fue campeón en 1968, para luego destacarse en distintos clubes de Francia. Allí inició su carrera como técnico, antes de volver a la Argentina para ganar 15 títulos locales e internacionales, seis con Vélez y nueve con Boca Juniors. También dirigió a la Roma de Italia y al Atlético de Madrid de España y es eterno candidato a conducir a la Selección Argentina. Ha escrito para diversos medios de prensa y también se ha desempeñado como comentarista televisivo en distintos canales de Latinoamérica y del mundo.