Publicado  domingo, 28 de septiembre de 2008



JAN SILVA: “EL NIÑO PRODIGIO DEL TENIS MUNDIAL”

Jan Silva es un niño estadounidense que tiene sólo seis años y actualmente es catalogado como el niño prodigio en el mundo del tenis, deporte que lleva en la sangre desde que tiene uso de razón.

A los dos años, empezó sus andanzas tenísticas cuando peloteaba en su habitación, paradójicamente teniendo como precedente el poster del tenista americano, James Blake, en la actualidad número 4 del mundo. A los tres años ya entrenaba en el Gold River Racquet Club, donde su madre impartía clases; y a los cuatro años saltó a la fama en el mundo, cuando los medios de comunicación se hicieron eco del traslado del joven deportista, sus padres y sus dos hermanos de Estados Unidos a París, donde el chiquillo pasó a formar parte de la reconocida Academia de tenis europea de Patrick Mouratoglou.

“El mundo de la raqueta es mi gran pasión. Cuando sea mayor quiero ganar Wimbledon y una medalla de oro en los Juegos Olímpicos", señaló el deportista en una entrevista concedida al diario MARCA de España, donde acotó que tiene como principales referencias en sus sueños deportivos a Rafael Nadal y Roger Federer, número uno y dos del mundo respectivamente, dentro del escalafón del tenis mundial.

El día a día de Jan es como el de cualquier niño de su edad. Se traslada normalmente a la Escuela Pública Francesa y lo que más le gusta es el recreo, menciona. “Luego suelo entrenar una hora en la pista y media hora de físico al día. No más de dos horas diarias y cuatro días a la semana", dice Jan, que sorprende por lo planeado que parece tener su futuro.

Scott Silva, su padre, fue jugador de baloncesto. Mari Maattanen, su madre, fue tenista profesional. Ellos creen que, a pesar de lo que está viviendo su hijo, la vida familiar no les ha cambiado en absoluto. “Somos la misma familia con los mismos objetivos y los mismos sueños. Llevamos dos años en París y estamos totalmente acoplados, dice Scott.

“A nuestros hijos siempre les hemos inculcado amor al deporte. Jan se va al tenis o al fútbol, Jasmin (4 años) a gimnasia y Kadyn (12 años) al baloncesto. Jan es una pequeña celebridad en el mundo del tenis pero entiende que el camino para jugar a un nivel de élite es muy difícil", indica la madre de los infantes.
La situación en la que se encuentran los padres de un niño prodigio como Jan no es fácil y ya han pedido consejos para poder afrontarla. Ellos saben que la responsabilidad como padres deber ser criar a esa persona para que la gente lo mire y admire por lo que hace dentro y fuera de las pistas. De otro lado, aseveraron que en enero del 2009 firmarán con la primera empresa que haga una oferta razonable para los derechos deportivos del niño, con la finalidad que no tengan miedo de la opinión pública y que se encargue los gastos de Jan.

De seguro Jan Silva y su familia tratarán de emular al emblemático tenista norteamericano, Arthur Ashe, quien a más de dejar un legado histórico de consecuciones deportivas al mundo tenístico, puso a pensar a muchos con la siguiente frase: “Con lo que consigues sobrevives, pero lo que das es lo que te hace vivir”. Habrá Jan para rato…

CARLITOS CEDEÑO: A UN AÑO DE SU PARTIDA

Publicado  jueves, 18 de septiembre de 2008


Por: Ramón Danilo Morales Verduga

Email: moralesverdugaramon@gmail.com

Carlitos era un alegre niño manabita. Jugador de fútbol e hincha emeleccista desde siempre. Este año hubiera cumplido 12 años. La muerte apareció en su vida sin avisar. Y precisamente fue la última vez que vio jugar al equipo de sus amores.

Recuerdo aquel domingo 17 de septiembre del 2007. Me encontraba en la suite de prensa del estadio monumental del Barcelona S.C, a punto de observar el gran clásico del astillero ante Emelec. El encuentro terminó con victoria para los azúles por 1 a 0. Quizás para los absurdos dirigentes de esa época, algunos periodistas (si es que se puede llamar así a algunos), hinchas de las barras; entre otros, que estuvieron presentes en el escenario deportivo, esa fecha ni la inmortalicen en sus memorias.

La impotencia embargó a muchos, cuando fuimos testigos de que una bengala lanzada por unos llamados hinchas del fútbol, impactaba en el pecho de Carlos Cedeño, quien minutos después del incidente, falleció. La desesperación se apoderaba de los familiares de Carlitos. No era para menos. Su voz, sus ojos y su sonrisa se apagaban lentamente.

¿Dónde estuvo el gran operativo policial antes y después del clásico?, ¿Tienen seguridades los diferentes estadios del país?, ¿La dirigencia del Barcelona de ese entonces jamás se imaginó que esto podía suceder?, ¿Recordaron algunos la llamada ley anti-violencia que crearon los “Dignos diputados de la patria” en su momento?. Fueron y serán preguntas sin respuestas. Lo que sí es real, es que existió un precedente que sin perplejidades para unos, quedó en la más grande impunidad, especialmente para los que están acostumbrados a vivir en una sociedad cada vez más detestable e indescifrable.

El salvajismo delincuencial e irracional vence a la prudencia e intranquilidad de los hinchas, a la hora de jugarse partidos importantes. No obstante, luego del hecho sucitado, la “Honorable comisión disciplinaria de la Federación Ecuatoriana de Fútbol” impuso una sanción de tres fechas al cuadro de Barcelona, que le impedían jugar como local en el estadio Monumental. ¡Qué ironía!.. ¡Qué premio!..No hay que sorprenderse de las decisiones del Bendito Congreso que sesiona cada semana y donde la incompetencia y desaciertos los tiene aglomerados en la misma vagabundancia de infracciones al momento de imponer normas ejemplificadoras.

Es evidente que el dolor por la pérdida de un ser querido jamás se va del todo. Peor aún la de un hijo. Se dice que en los preceptos de la vida es mejor que los hijos sepultemos a nuestros padres, y no que los padres a sus hijos. Eso no lo comprenden los que no lo viven. Con la muerte de Carlos Cedeño se puso factura a la idiosincrasia de unos cuantos cobardes que creen que ser hinchas es llegar a los puños, piedras o asesinatos. ¿Si usted hubiera sido padre o madre de Carlitos, cómo se hubiera sentido?...

EL CLÁSICO PERFECTO

Publicado  lunes, 15 de septiembre de 2008

Por: Ramón Morales Verduga
Email: moralesverdugaramon@gmail.com


Seguramente el verdadero hincha de Barcelona S.C esperaba observar a un cuadro amarillo jugando bajo los verdaderos preceptos futbolísticos de décadas anteriores. Y vaya que lo lograron. El clásico del astillero jugado el último domingo en el estadio George Capwell y que fue para los toreros por 3 a 0, dejó muchas lecciones para ambos equipos. Especialmente para el Emelec.

Comencemos hablando del ganador. Un Barcelona que renovó por completo su cuerpo técnico en esta segunda fase. La presencia de Mostaza Merlo en el grupo es lo más destacable y la mejor decisión tomada por la dirigencia amarilla, luego de la devacle en la primera fase por parte de Ever Hugo Almeida. Para dirigir a Barcelona se necesita de personalidad y ese olfato técnico- táctico del cual padeció Almeida cuando más lo necesitaba el equipo. A Merlo le sobra aquello. Su experiencia es su carta de presentación.

El grupo de jugadores saben que la mejora depende de ellos. Contra el Emelec funcionó a plenitud la defensa, medio campo y delantera torera. Fue un marcador determinante. De mis años viendo y analizando el fútbol a nivel nacional e internacional, jamás observé un clásico donde el equipo rival dejara tantos espacios y facilidades defensivas a su contrincante. Y el Barcelona le agradeció con goles a un cuadro millonario carente de ideas y vigor futbolístico. Barcelona depende únicamente de Barcelona. Aunque suene redundante es así. Hay que cambiar la mediocridad deportiva de 10 años sin campeonatos. Van por buen camino. La mejora y el éxito se medirán al final.

Lo de Emelec es preocupante. Se avizora otro año sin liguilla para el cuadro guayaquileño. La culpa cae directamente sobre la dirigencia que conformó el equipo desde comienzos de año. Se pensó que Juárez era la solución a los avatares de de gol que no solucionó en su momento el Trapito Vega y compañía. A todo esto, hay que añadirle las indisciplinas de diferentes jugadores como en el caso de Armando Paredes y Michael Arroyo, que no encuentran una mejoría en ningún aspecto y en lo que va del año dudo que la descubran. Se dice que los equipos mediocres no llegan a ningún lado. El Emelec comenzó mal y no creo que aquello cambie hasta que una dirigencia responsable asuma el reto de llevar a los azúles a los lugares estelares donde siempre estuvo acostumbrada la hinchada eléctrica. Emelec se electrocutó en solitario y la reparación futbolística depende netamente de la dirigencia. ¡Hasta el 2009 Emelec!…