PROEZA MANABA EN PARAGUAY

Publicado  martes, 14 de febrero de 2017



  Foto: FEF

 
"Manabí" siempre nos dio enseñanzas de fe y amor propio. La experiencia del sufrimiento, nos golpeó en los últimos meses por causas de la madre naturaleza. En primera instancia fue el terremoto. Luego, la emergencia por el azote del invierno, que nos invade cada día. Sin embargo, el temple de los manabitas, va de la mano con el sueño de tener renovados días. 

La felicidad actual, la brinda el fútbol. El deporte que es capaz de hacer reír de alegría, como también, llorar por el objetivo alcanzado. Hoy, todos se abrazan por la clasificación de la selección nacional de fútbol playa al mundial de Bahamas. Es que, parte mayoritaria de esa escuadra es netamente manaba. Seres humanos que en varios casos, perdieron sus casas por la convulsión del 16 de abril. Con aquella vivencia dolorosa, decidieron apegarse a la pasión del balompié para tomarse una revancha de fidelidad personal y deportiva. 

Es más  notable este acontecimiento futbolístico, porque este equipo tricolor, en un principio, no tenía el apoyo suficiente como para emprender el viaje y el sueño mundialista. Nadie creía en que podían hacer historia y como casi siempre sucede en esta clase de episodios, muchos les dieron la espalda. Como dijo, Pepe Miguel Mosquera, el experimentado dirigente manabita que comandó la tripulación ecuatoriana en Paraguay: “HAY QUE CREERSELA”. Y vaya, que la quimera  se hizo realidad en base al sacrificio y lucha constante de varios años. Mosquera no es un improvisado en la dirigencia nacional. Tiene más de 10 años en esta ardua labor. Y él sabe, que nadie le regaló absolutamente nada. Su personalidad, preparación y conocimiento le han dado este premio, como otros tantos, que la gente quizás no conoce.

“Traguen veneno. Acepten la injusticia, que todo se equilibra al final", dijo alguna vez el DT argentino, Marcelo Bielsa.   Los Saltos, Palma, Cevallos, Barre, Alava, Gallegos, Moreira, Bailón, Cedeño, Mera, Delgado, entre otros; ya están enmarcados en esa frase. Algo, que solo ellos descifrarán con el paso del tiempo. Ellos creyeron en sí mismos sin importarles lo que cueste. Son el orgullo de Manabí y del Ecuador entero. (RMV)