ALFONSO OBREGÓN: “EN EL FÚTBOL TUVE MÁS VICTORIAS, QUE DERROTAS”

Publicado  viernes, 7 de mayo de 2010



Ficha de Vida:
Nombre: Alfonso Andrés Obregón Cansino
Padres: Alfonso Obregón y Marlene Cansino
Lugar y fecha de nacimiento: Portoviejo, 12 de mayo de 1972
Hermanos: 8 hermanos
Nombre de esposa: Raquel Macías Tenorio.
Hijos: 5 hijos: Karla, Karen, Samanta, Lirice y Alfonso
TRAYECTORIA: Club Deportivo El Valle, Espoli, Liga de Quito, Selección mayor de Ecuador, escuadra con la que participó en las eliminatorias hacia el mundial de Korea y Japón 2002.

TITULOS CONSEGUIDOS: Vicecampeón Nacional con Espoli en 1995, Campeón Nacional con Liga de Quito 1998-1999- 2003- 2005- 2007, club con el que también obtuvo la Copa Libertadores 2008, Recopa Sudamericana 2009.



ALFONSO OBREGÓN: “EN EL FÚTBOL TUVE MÁS VICTORIAS, QUE DERROTAS”

Fue sin duda una referencia del fútbol nacional y manabita durante 20 años. Además de exhibir un palmarés excepcional, en el que figuran todos los grandes títulos nacionales e internacionales con Liga de Quito, con la cual consiguió 7 títulos (5 nacionales, 1 Copa Libertadores y 1 Copa Sudamericana), Alfonso Obregón Cansino, un portovejense de sepa, nunca olvidó sus inicios en su amado Deportivo del Valle de Portoviejo, donde recordó su intensa carrera con nostalgia escondida.
Luego su paso por Espoli, Liga de Quito, la transición en el Delfín (cuando los albos descendieron de categoría en 1999) y luego otra vez en los azucenas al año siguiente cuando ascendieron; donde se consolidó en la selección ecuatoriana dirigida por Hernán “ El Bolillo” Gómez. Aquel equipo, con el que llegó a estar en el lugar soñado para un futbolista profesional: “JUGAR UN MUNDIAL DE FÚTBOL”, el de Japón- Korea 2002. Actualmente, se está acostumbrando a su nueva vida. Entre el retiro dorado y su papel de ex futbolista. Parece estar satisfecho con los quehaceres que lo mantienen ahora ocupado. Su familia y verdaderos amigos.
Considerado en el equipo Ideal de los azucenas de todos los tiempos y uno de los históricos del fútbol ecuatoriano. Disputó la Copa Mundial de Selecciones Corea/Japón 2002. Su capacidad creativa, su elegancia y su eficacia, tanto con la selección ecuatoriana, como en los equipos que participó a lo largo de sus veinte años (Club Deportivo El Valle, Espoli, Delfín y Liga de Quito), lo selló como un futbolista como galanura única.

“Fue muy difícil tomar esta decisión que la vengo pensando desde el año pasado. Son más de cinco meses que no juego al fútbol, juego con mis amigos pero no es lo mismo. Hay que saber asimilar cuando te llega el momento de decir adiós”, afirmó el centrocampista nacido en Portoviejo el 12 de mayo de 1972.

El día en el que Obregón pisó por última vez la cancha de un estadio de fútbol profesional, fue el 16 de mayo de 2010, donde tuvo el partido de despedida. “Llorar es de varones. El deporte me lo dio todo y siempre le estaré agradecido”, finalizó el ex capitán de Liga de Quito y el ex mundialista de Ecuador en el 2002, que le dijo hasta luego al deporte más hermoso del mundo: “EL FÚTBOL”.

ENTREVISTA A ALFONSO OBREGÓN:

¿Qué recuerdos le devuelve la infancia?

Me gustaba jugar de mañana tarde. Mi mamá me decía que era un pata caliente (ríe). Solo andaba con el balón entre mis brazos y por eso me ganaba algún regaño. Recuerdo cuando vivía en la ciudadela Briones de Portoviejo, tenía 11 años y jugué con la camiseta de Barcelona en una cancha que parecía una loma. En aquel torneo me expulsaron y me puse a llorar de la rabia, hasta el punto de no querer salir de la cancha...

¿Pasó necesidades o su familia dispuso de las comodidades?

No es que tuve todas las comodidades, pero tampoco pasé por necesidades. Mi abuela Elvia María Paredes y mi madre me ayudaron mucho en mi formación. También tengo que agradecer a mi padrastro, Humberto Barcia, a quien lo estimo demasiado.

¿Qué significado tiene el fútbol para usted?

Significa mucho. El fútbol me lo ha dado todo. El conocer muchos países, el formar parte de grandes equipos y de la selección nacional. El conocer a mi padre. Imagínate lo vine a conocer a los 24 años y todo eso gracias al balompié.

¿Su máxima experiencia?

Haber jugado un mundial. Eso figuró mucho para mí, un recuerdo único y placentero dentro de mi carrera deportiva.

¿Qué estratega técnico lo marcó?

Hay algunos, pero el que me saca a flote es el profesor Fernando Rodríguez Riolfo. Aunque también debo agradecer a Polo Carrera, en una de mis primeras etapas en Espoli.

¿Cuál fue su mejor amigo en el mundo del fútbol?

Muchos. Pero si tengo que nombrar alguno, ese es Jacinto Espinoza, que es también mi compadre.


¿Cuál fue el secreto para haber mantenido la regularidad en los equipos que ha estado?

La humildad, la mística y las ganas de ser el mejor cada día.

¿Que significó formar parte del seleccionado ecuatoriano con el Bolillo Gómez?

Lo máximo. Una persona elemental en cualquier equipo y que le daba al jugador mucha confianza. Fue un motivador absoluto. Fue el mejor técnico que han visto mis ojos hasta el momento.

El final de una carrera también supone la ocasión de recapitular. ¿Puede decirnos cuál cree que fue su mejor partido?

He tenido muy buenos partidos en mi carrera. Pero si te nombro uno, es por el gol que marqué. Ese fue contra Libertad en Paraguay en la fase de grupos de la Copa Libertadores de América 2008, cuando me lleve a medio mundo en el área y definí muy bien ante la salida del portero. Además fue un momento bonito, porque mi padre estaba en las tribunas del escenario deportivo.

¿Cual fue el jugador que más admiró?

El colombiano, Alex Escobar, a quien lo tuve de compañero. Es lo máximo que han visto mis sentidos. Ya no he visto jugadores lanzadores como él, que te ponía los balones a tus pies.

¿Y la obtención de la Copa Libertadores que significó?

Sinceramente fue lo más hermoso del mundo, así de simple. Todavía para algunos de los que estuvimos ahí, no asimilamos el campeonato obtenido. Todos cumplimos y claro está con una dirigencia seria y un cuerpo técnico de lujo.


Su carrera se prolongó durante casi quince años. ¿Qué cree que es lo que más ha cambiado en el fútbol?

Ha cambiado demasiado. Imagínate que en mi época se podía llegar a jugar hasta los 45 años y quizás no aparecían las figuras de ahora como Messi, Cristiano Ronaldo, Rooney, Valencia; entre otros. Todo se ha vuelto más expedito y los súper dotados salen por doquier.

Ahora tiene usted otro desafío: triunfar después de su carrera. ¿Cómo vive este momento de transición?

Al principio fue duro. Te levantas y extrañas entrenar, a los compañeros y las concentraciones. Pero pasa el tiempo y sabes que tienes que asimilar las cosas. Por suerte tengo algunos negocios que me mantienen ocupado.


¿Se ve como técnico a futuro de algún equipo o en algún otro proyecto deportivo?

Estaré siempre ligado al fútbol. No se si como técnico, como gerente deportivo o como presidente de alguna institución deportiva. Tengo algunos proyectos en marcha tanto aquí en Portoviejo como en Quito.