El éxito y el fracaso

Publicado  martes, 25 de diciembre de 2012

Antes de escribir sobre la Navidad y año nuevo, esquemas que ya los he compartido en cada edición de diciembre con ustedes, mejor escogí el escrito de vida y de fútbol de Marcelo Bielsa, un entrenador enigmático y polémico. Un personaje que con sus escritos o frases nos enseña lo complejo o fácil que el ser humano puede vivir en el trayecto diario.. Un verdadero lujo de lectura. FELICES FIESTAS.

El éxito y el fracaso



Los momentos de mi vida en los que yo he crecido tienen que ver con los fracasos. Los momentos de mi vida en los que yo he empeorado, tienen que ver con el éxito. El éxito es deformante, relaja, engaña, nos vuelve peor, nos ayuda a enamorarnos excesivamente de nosotros mismos; el fracaso es todo lo contrario, es formativo, nos vuelve sólidos, nos acerca a las convicciones, nos vuelve coherentes. Si bien competimos para ganar, y trabajo de lo que trabajo por que quiero ganar cuando compito, si no distinguiera qué es lo realmente formativo, y qué es secundario, me estaría equivocando.
Uno vive y necesariamente necesita jerarquizar virtudes, decir éstas son las virtudes que rescato en los demás y quisiera para mí, que respeto, que valoro. A mí el deporte me dio ese parámetro, yo aprendí por el deporte que la generosidad es mejor que la indiferencia, aprendí el valor de la significación del coraje, aprendí la importancia del esfuerzo y aprendí lo trascendente de la rebeldía. Son los tres o cuatro elementos con lo que yo después traté de orientar mi vida. No necesariamente tienen que ser ellas las elegidas, pero sí es indispensable que uno sepa las virtudes alrededor de las cuales quiere vivir.

Estoy absolutamente convencido de que la fama y el dinero son valores intrascendentes. Pasa que claro, nos las describen con un peso tan significativo, que pareciera imposible resistirse a valorarlos. Creo que el espíritu amateur, el amor hacia la tarea, es el único que vuelve satisfactorio el transito por el trabajo. Cuando observo de qué manera son descriptos hacia el público las celebridades, los ídolos, lamento muchísimo que se jerarquicen ese tipo de cosas, que se describan millonarios, que se lo describan famosos, que se lo describan extraídos de la realidad social, fuera de la gente común.
Sí estoy convencido de una cosa: fui feliz cuando disfrute del amateurismo, fui feliz cuando crecí enamorado de mi trabajo, yo tengo un amor profundo por el fútbol, por el juego, por la esquina, por el baldío, por el picado, por la pelota. Y desprecio todo lo añadido, todo lo que fueron agregando para convertirlo extrañamente en deseado.
Para explicar un poquito mejor esto, sé que la alegría de un triunfo en un partido dura cinco minutos, termina el partido y hay una sensación de efervescencia, una sensación de adrenalina al tope, que genera excitación y felicidad. Pero son apenas cinco minutos y después hay un vacío enorme y grandísimo. Y una soledad indescriptible. Quiero insistir con que mucho mejor es ser prestigioso que popular, que mucho más importante es el recorrido con que uno llega a un lugar, que el éxito o no, que se obtenga en la búsqueda. Que los hechos son mucho más significativos que las palabras, que demostrar es más importante que hablar, que hay que permitir que ingrese la información que riega nuestra parte noble y evitar que ingrese la información que riega nuestros bajos instintos. Nunca me deje tentar con los elogios. Los elogios en el fútbol son de una hipocresía absoluta. El fútbol esta concebido así, tiene que haber una gran alegría o una gran tristeza. Derrota o victoria, sangre o aplauso son valores muy caros al ser humano. Entonces, en el fracaso sufro mucho la injusticia del trato, no lo logré nunca dominar eso. Siempre sufro mucho cuando perdemos y cuando soy maltratado, pero sí logré no creerme la duración del éxito. Como no se revisa por qué ganaste, da lo mismo que te adulen por haber ganado, no por que mereciste ganar, por el recurso por el que ganaste, entonces tuve claro siempre que esa franela, porque ése es el termino, es impostora.
No permita que el fracaso les deteriore la autoestima. Cuando ganas, el mensaje de admiración es tan confuso, te estimula tanto el amor hacia uno mismo y eso deforma tanto. Y cuando pierdes sucede todo lo contrario, hay una tendencia morbosa a desprestigiarte, a ofenderte, sólo porque perdiste.
En cualquier tarea se puede ganar o perder, lo importante es la nobleza de los recursos utilizados, eso si es importante; lo importante es el tránsito, la dignidad con que recorrí el camino en la búsqueda del objetivo. Lo otro es cuento para vendernos una realidad que no es tal.
Fuente, Diario la Nación de Argentina. Escrito por Marcelo Bielsa

BARCELONA, EL ÍDOLO DE ÍDOLOS

Publicado  domingo, 2 de diciembre de 2012








Y hasta que llegó el día. 14 años después de haber perdido su identidad y mística ganadora, Barcelona volvió a saborear la miel de las coronaciones nacionales. A lo que estaba acostumbrado siempre. Esta vez por partida doble, con su gente que abarrotó las distintas localidades del estadio Monumental de Guayaquil, como en las décadas gloriosas y sobre todo, en el mes de Paz y Prosperidad, la Navidad.     

Reitero lo que dije algunos amigos, colegas y twitteros en su momento: De mis años que llevo haciendo periodismo escrito, radio y tv, jamás evidencié una efervescencia y algarabía por ningún equipo de fútbol. Es mi percepción personal. Inclusive, ni por la selección ecuatoriana observé eso, en las distintas clasificaciones a los mundiales.

Solo bastaba ponerse en la camiseta del hincha amarillo para describir lo que sucedió este domingo 2 de diciembre de 2012, que para la mayoría, fue histórico.   Hinchas haciendo vigilias en las afueras del estadio Monumental desde la noche previa al partido. Durmiendo como mendigos en las aceras, pasando hambre, frio y necesidades: Eso, solo lo hace un hincha con sentimiento. Por eso, estoy de acuerdo con el comentario del colega y amigo Carlos Víctor Morales, donde manifestó: Barcelona es un verdadero sentimiento.                                              
A mi mente vinieron los espejismos, ilusiones, desazones, amarguras, tropiezos y llantos de los distintos hinchas en todos estos 14 años. Este domingo y el miércoles pasado, pude ver gente con lágrimas de desahogo, de coraje y de emoción. Créanme, fue algo indescriptible e indescifrable. Solo los que pudimos y tuvimos la suerte de estar en el estadio este 2 de diciembre comprendimos y quedamos anonadados sin exageración, ante el delirio del verdadero hincha amarillo. Para condensar aquello les dejo el siguiente link http://rmoralesverduga.blogspot.com/2008/07/por-los-pequeos-hinchas-de-barcelona.html
Una opinión de mi primo FranKlin Verduga Rodríguez escrita en el 2008 y en la que se evidenciaba el sentimiento alicaído de los hinchas barcelonistas en este trayecto de la tan ansiada espera.                           

El reflejo del llanto, desahogo y felicidad total de la dirigencia, jugadores y cuerpo técnico, fue evidente en cada momento de la celebración. Constancia de aquello se observó en los rostros de Luis y Antonio Noboa, precursores de este gran proyecto de recambio barcelonés que junto a sus hijos iban de la mano y explicándoles a lo que siempre estuvo acostumbrado el equipo de sus amores. Niños y casi adolescentes, disfrutando por primera vez en su vida,de un campeonato nacional y de las vivencias del mismo. Por fin llegó la hora”, decía un pequeño de tan solo 5 años.

Es verdad, que lo difícil será mantenerse entre la jerarquía y consecuciones que podrían existir en el 2013. Se dice que los grandes equipos dan la vuelta a la página rápidamente a los campeonatos y quieren seguir ganando lo que venga en la siguiente temporada. Para ello Barcelona deberá bregar contra viento y contra marea como lo hizo este año. Formar un equipo de ensueño, es lo que promete la actual dirigencia. Aquello tiene que ir remendado con la capacidad que demostró Gustavo Costas y su grupo de jugadores. Un ejemplo de unión, entereza y contundencia futbolística ganadora.
El ídolo estaba distraído, jamás dormido. Un ídolo entre los ídolos. Barcelona es más que un sentimiento y eso lo reflejan la mitad más uno de los ecuatorianos… SALUD CAMPEONES. Hasta la próxima.. (RMV)