Publicado  martes, 4 de septiembre de 2007

Por: Ramón Morales Verduga

Publicado: Martes 4 de septiembre del 2007

Email: moralesverdugaramon@gmail.com

UNA PUERTA DE FÚTBOL SE ABRIÓ EN EL CIELO

Con tan sólo 20 años estaba en las convocatorias del primer equipo del Sevilla. Después de dos temporadas alternando el primer equipo y el juvenil, Puerta se ganó la confianza del cuerpo técnico y la de sus compañeros. Incluso debutó con la selección española absoluta en Estocolmo, en agosto del 2006.

Antonio contribuyó con gran profesionalismo y esencia de guerrero a la época de oro sevillista, conquistando dos Copas de la UEFA, una Supercopa de Europa, otra de España y una Copa del Rey. Un triunfador sin medida y con grandes proyecciones futbolísticas.

Por esas cosas del destino se le apagó la vida y su corazón dejó de latir a los 22 años. Las imágenes desgarradoras de aquel partido entre el Sevilla y el Getafe por la liga española quedarán grabadas por siempre en la retina de los que aman el balompié y los que contuvieron la respiración ante las convulsiones del jugador en el césped.

El viernes 31 de Agosto se jugó la final de la Supercopa Europea entre el Milán de Italia y el Sevilla. Paradójicamente fue una de las finales llenas de tristeza por toda la desolación de los españoles ante la muerte de su compañero. El partido terminó a favor de los italianos por 3 a 1. El resultado fue lo que menos importó. Los sevillanos no pudieron dedicarle el triunfo a Antonio; pero, el Milan, un club megestuoso en personalidad y respeto, regaló al fallecido el choque de la Supercopa.

Los dos equipos llevaron su nombre en la camiseta y las aficiones de Milan y Sevilla se compenetraron para brindarle un precioso homenaje al jugador número doce de los ibéricos; quien estuvo presente en las camisetas de los dos equipos, en la grada y en los corazones de los hinchas. Aunque sea más que complejo, tocará seguir hablando siempre de fútbol, sin dejar de lado un homenaje que dejó la piel de gallina al mundo entero. Me preguntó: ¿Están preparados los estadios del Ecuador y de Manabí para atender sucesos de la índole de Puerta?. La respuesta es uno “NO” contundente.

Un claro ejemplo para los ecuatorianos es la fallecimiento del jugador esmeraldeño Julio Nazareno, de 21 años. Jugaba en un equipo de ascenso del Chimborazo. No pudieron reanimarlo por la falta de mecanismos de socorro en el club y en las autoridades médicas respectivas… ¡Que lindo nuestro país!.. Se llega al colmo de pedir permiso hasta para vivir…