La prematura eliminación de Barcelona SC en la Copa Sudamericana deja secuelas. Consecuencias de vergüenza deportiva, tras caer contra un desconocido equipo paraguayo: El famoso “General Díaz”, penúltimo en la tabla posicional de su país con 2 puntos (5 PJ, 2 PE y 3 PP), y que ante los amarillos, consiguió la primera victoria en este 2018.
Más allá de los grados
lógicos e ilógicos que tiene el fútbol, los dirigidos por Guillermo Almada, han
perdido la brújula de generación y contundencia, con relación al año anterior.
El problema no trasciende tanto en lo defensivo. La dificultad pasa en la zona medular - ofensiva, donde el oficio de algunos
jugadores que fueron denominados representativos por los propios hinchas, han
bajado ostensiblemente de nivel: Damián Díaz y Matías Oyola, por citar dos
ejemplos. Parte del accionar, pasa por los pies de ellos, que en la actualidad
no han correspondido con creces para lo que ha querido proponer el cuerpo
técnico.
Por las bandas no
trascendieron Mario Pineida ni Marcos Caicedo, quienes el año anterior
impusieron su sello de rapidez y desborde incesante. Preocupa el poco aporte de
Ariel Nahuelpán. Sin un ápice de mejoría y con la ansiedad en primera plana, es
el candidato número uno para ser sustituido en los próximos partidos. En su
lugar, pide una oportunidad, Juan Ignacio Dinenno, que con goles decisivos ha contribuido
notablemente. No obstante, la decisión, pasa también por el DT. ÉL tiene la
última palabra.
Otro aspecto fundamental
para analizar, es la situación económica 2018. Si hubo un déficit monetario al
no llegar a la Copa Libertadores de este año, mucho más negativo es haber sido
eliminados en la primera fase del segundo torneo de mayor importancia en Sudamérica.
El rubro es alto para una sola competencia, donde será imperdonable perderle el
norte. Es decir, Barcelona SC, está obligado a conseguir el título en esta
temporada. Proponerlo es fácil. La pregunta es ¿Alcanza con lo que hay? Desde el
punto de vista individual, creo que sí. Amalgamar el nivel de juego es algo muy
distinto y complicado, que solo los jugadores deben perfeccionarlo. Y eso lleva
una consigna de “URGENTE”.
Alguien decía: “BSC es un
equipo que se ha levantado de peores episodios”. En eso estamos de acuerdo. Sin
embargo, el trago amargo y vergonzoso de esta eliminación no es fácil olvidarlo
ni para sus hinchas, dirigentes y jugadores. Éstos últimos, serán los encargados
de recuperar esa identidad futbolística
que se ha perdido en los últimos meses. “EL
TIEMPO NO PERDONA. A VECES, SE CONVIERTE EN EL PEOR ENEMIGO”… (RMV)
