Foto de Luis Argemiro Andrade
Una de las máximas del fútbol, precisa que los equipos
se arman de atrás hacia adelante. Generalmente, los entrenadores se adhieren a
ese concepto para dar la menor cantidad de ventajas posibles. En algunos casos,
no necesariamente por convicción, sino, por necesidad.
Desastroso y preocupante, es el momento defensivo que
vive Liga de Portoviejo en la Liga Pro 2020. Dos partidos jugados, dos derrotas
y 6 goles recibidos. Todo en virtud, a una dubitativa zaga, que no refleja la
seguridad que debe poseer un equipo, en una exigente serie “A”.
Siempre dije que Liga necesitaba zagueros centrales de
mayor jerarquía y experiencia. Que no bastaba, con recordar que el año
anterior, se llegó a la serie de privilegio con uno de los arcos menos vencidos.
Hoy, el nivel y funcionamiento, no marcan diferencias. El equipo de Rubén
Insúa, argumentan un alto déficit defensivo, producto de los groseros errores
que se evidencian.
¿De qué vale que los atacantes hagan goles (el mejor
rubro futbolístico de Liga P), si la zaga es una coladera desbordante en horrores
de concentración y conceptos defensivos? Todo se demuestra de manera
notoria y sin mejoría alguna, inclusive, desde los compromisos de preparación
jugados antes del inicio del campeonato. Y muchos, se ponen “MOLESTOS”, cuando
se les toca esa “melodía” (opinión del momento).
Otros, precisan, que el problema de “La Capira” es
la famosa línea de 5 o la falta de funcionamiento en varias líneas de juego.
Pero con las limitantes mostradas, ¿Cambiaría el panorama actual, con la tan
ansiada línea de 4? Si usted, fuera el DT de LDUP y tuviera que
replantearse, con miras a los próximos partidos ¿Cuál sería la dupla de
centrales? Es complicado escoger ante un plantel limitado. Duro momento en el
que está inmerso Liga de Portoviejo. El próximo
partido es nada más y nada menos, que con Barcelona SC. Cuidado con los llantos.
(RMV)
Por: Ramón Morales Verduga
Periodista de Goltv y radio Caravana