Muchos saben de mi admiración por Marcelo Bielsa. He visto hasta la saciedad videos y he leído varios artículos de deporte y vida del entrenador argentino. Por ejemplo: La historia de “Cachureo” Aravena con Bielsa, el señor que fue abandonado por su familia y que Bielsa lo acogió, las anécdotas con entrenador de hockey sobre césped. También, las 11 horas de reunión con Pro Guardiola o las 6 horas de caminata con Juan Carlos Osorio. Y la historia de su actual traductor en Leeds United.
En todas sus facetas, incluye una palabra especial: “LA ÉTICA”. Y aún, les podría contar más de sus espectaculares charlas con personales. Pero lo dejaremos para otra ocasión. Me despojo del fútbol. No quiero vincular este escrito con estrategias y, a los que quieren tener la razón en base a los resultados.
Marcelo Bielsa es sinónimo de respeto, trabajólico en sus proyectos deportivos y conocedor profundo de la vida, fuera de los terrenos de juego. Todos sus jugadores y actuales DT que pasaron por su aprendizaje han descrito el gran provecho que sacaron de él y la maravilla como ser humano. Lo principal, ha sido el cambio de la sociedad que hizo en varios países.Lo argumentó con Chile, en Bilbao - España y en Marsella - Francia. ¿Lo podrá hacer en Ecuador? Soñar no cuesta nada. Nuestro país y algunos dirigentes necesitan urgentemente personajes de esta índole que, en algunas ocasiones, también les suelten algunas enseñanzas fuera del fútbol que son normales y que tienen que ver con el comportamiento anormal que poseen. Ojalá se cumpla esa quimera. A varios dirigentes el TITANIC se les está hundiendo poco a poco. (RMV)
