UNA FINAL AGRIDULCE

Publicado  miércoles, 28 de abril de 2010




A comienzos de este 2010, ¿usted se esperaba una final de Champions, entre el Bayer Múnich y el Inter de Milán? Creo que la respuesta será negativa para la mayoría. Aunque alguno habrá pegado mentalmente la respuesta o en otro de los casos, si ha de haber existido algún analista que haya profundizado su teoría en esta final.
Se dice que en torneos largos como este, hay equipos que vienen de menos a más y vaya que fue el caso de los alemanes e italianos. Los primeros no venían bien en la bundesliga. Los negri azules, a pesar de haber obtenido cuatro títulos consecutivos, transitaban por vaivenes futbolísticos que hacían descifrar inseguridad a sus hinchas y dirigentes, en la posibilidad de llegar a una final.
LYON VS BAYERN: Nueve años después, vuelve el Bayern Munich a disputar una final de la UEFA Champions League. Dejar en el camino a un testarudo equipo del Olimpique de Lyon, que había eliminado de la contienda europea, nada más y nada menos que al poderoso Real Madrid, fue cuestión de tiempo y goles.
El conjunto dirigido por Louis Vangal, dio una lección de que en el terreno de juego lo más importante es ser práctico. Los bávaros cumplieron a cabalidad el orden trascendental y excesivo planteamiento, basado en un orden metódico. Ya en lo pensante y de jugadas determinantes, estuvo Arjen Robben que hizo destilar la capacidad goleadora del categórico Ivica Olic, quien se llevó del estadio de Gerland los aplausos y reconocimientos, tanto de los hinchas locales como de los pocos visitantes.
Hay que precisar algo: Los alemanes no llegan eficientes a la final en cuanto a resultados estadísticos, que para mí en realidad aquello no juega en las finales; pero que sería bueno recalcarlo. De los dos últimos encuentros, hasta antes de disputar la semifinal, el Munich perdió sus encuentros frente a la Fiorentina en Italia por 3-2 y luego frente al Manchester United, por idéntico tanteador en el Old Tarford. Su salvador en ambos compromisos: Arjen Robben. Como se deben estar restregando los cabellos Pellegrini y algunos más del Real Madrid. No confiaron en ese jugador a principios de temporada y ahora está a un paso de levantarles la orejona en sus propias narices y en su mismísimo Santiago Bernabéu. Que ironías que tiene el grandioso fútbol. Diría mejor: “REVANCHAS DE VIDA”.
BARCA VS INTER: Créanme que me esperaba que el Barca salga con mayor rapidez y decisión de juego. Faltó un hombre clave y en esto creo que podemos coincidir: Iniesta, es el malabarista del tridente del medio campo blaugrana, conformado junto a Xavi y Messi. Hoy día me pregunté mil veces lo siguiente después de haber observado este encuentro: ¿Con lo opacado que estuvo Leo Messi en este partido, podrá regalarnos destellos mágicos en Sudáfrica 2010 con Argentina? Y es difícil responder afirmativamente, pero el argentino ha demostrado mantener la calma en los momentos más difíciles, y este mundial, no será la excepción.

Ya en el análisis de este partido me queda claro de que en el fútbol el juego feo muchas veces prevalece sobre el esparcimiento magnífico. Y eso lo corroboramos día a día. Por ejemplo en nuestro fútbol, Barcelona (Ecuador) jugando terrible es puntero del torneo y se puede dar el lujo de llegar a la final o quedar campeón. El país se volvería loco y no exagero en ello.
En Inter de Milán dejó más que claro, que lo mejor de un equipo que quiere llegar al campeonato está en la destrucción por completo de los ejes del medio campo. Y vaya que el loco Mou lo logró. Borró a Messi en los dos juegos y ahogó las esperanzas de todos los barcelonistas. Finalmente, se dio el lujo de salir corriendo y levantar su mano dedicando el triunfo a la platea del Camp Nou. Es simplemente el loco Maurinho: El sociópata de los planteamientos futbolísticos. Un técnico de moda en Europa, que tiene su boleto en la gran final del Bernabéu. Antes de celebrar tendrá que dejar en el camino a otro desequilibrado del juego ofensivo. Hablo del holandés, Louis Vangal.
Ambos ya levantaron la orejona. El uno ( Vangal) con el Ajax en 1995 y el otro ( Mou) con el Oporto en el 2004. El camino está abierto para cualquiera de los dos y eso será el sábado 22 de mayo. Es un partido imperdible. ¡Desde ya pongan en mesa sus apuestas!!.... (RMV)