Publicado  martes, 4 de marzo de 2008

Por: Ramón Morales Verduga

EL FÚTBOL : DECEPCIONES Y EJEMPLOS PERVERSOS

¿Si usted fuera Presidente de algún club en el fútbol ecuatoriano, estaría dispuesto a tener en su equipo a Armando Paredes? Considero, que en el pensamiento de cualquier dirigente el rotundo “NO” divagaría sin ningún remordimiento. Es que las frecuentes indisciplinas de este jugador profesional de balompié (si es que se lo puede llamar profesional), dan la conjetura lógica de que los problemas de idiosincrasia social que sufren algunos futbolistas ecuatorianos son alarmantes. Y Paredes lo ha sufrido desde hace algún tiempo, cuando la inestabilidad disciplinaria y futbolera poco a poco se ha ido por los suelos, hasta el punto de ser catalogado como: “EL TRAVIESO PAREDES”.

Drogas, fiestas y desobediencia, son características suficientes para que Armando no haya sido un notable profesional del fútbol ecuatoriano. Hace algunas semanas fue suspendido por la dirigencia de Emelec por irrespetar al técnico Juan Urquiza. Ahora, los directivos tomaron la decisión de que no forme parte del plantel 2008, por no haber cumplido con las órdenes de llegar puntualmente a los entrenamientos de la plantilla sub 19 del elenco azúl. Falta de respeto y la retórica de siempre acompaña al travieso Paredes, su habitual sinónimo de vida: “La indisciplina”.

Es necesario que todos los equipos del país, sean de serie “A” o “B”, cuenten en sus escuadras con un grupo de sicólogos deportivos para que los jugadores cambien su mentalidad de indisciplina. La realidad del deporte ecuatoriano es muestra de cómo los problemas sociales se han hecho comunes en los futbolistas tricolores. También de acuerdo a ella son los resultados de los desagradables desenlaces en campeonatos juveniles a nivel sudamericano, inestabilidad profesional en sus equipos y la falta de capacidad para levantarse de los fracasos deportivos.

¡Sabrá Dios!, cuando en el Ecuador, el auténtico profesional del fútbol cumpla con los requisitos del sensato deportista, donde la frase: “LA DISCIPLINA ES LA BASE DEL ÉXITO”, trascienda los paradigmas inconsecuentes de algunos que creyeron agarrar el cielo con las manos por la supuesta fama que se les fue tan rápido, al no saber equilibrar, la diversión con la infalible responsabilidad. ¡HASTA CUANDO PAREDES!...