La escala de la exigencia para Ecuador, llegará hoy contra Venezuela y, posteriormente ante Colombia. No es por quitarle mérito a Gustavo Alfaro y sus pupilos que fueron prácticos con sus distintos cambios posicionales o virtuosismo funcional, durante todo el partido contra Bolivia. Fue una victoria significativa y que estaba en el presupuesto. ¿Confianza? Sí. Pero cuidado con pensar que todo el camino será de la misma manera. Es verdad, se ganó con un nivel superlativo, pero con el respeto que se merece la selección del altiplano, es un pobrísimo equipo por donde se lo mire.
Hay varios aspectos positivos. Se destaca la confianza goleadora de Enner Valencia. Después de dos años volvió por la senda que todo delantero desea: Convertir goles. Los cambios posicionales dieron resultados. Movilidad contínua con los distintos espacios de distribución que tuvo Ecuador. Jugadores con libertades para contribuir al gran trayecto ofensivo. Claro está, que contra venezolanos y colombianos no se tendrá la misma facilidad. No obstante, la tricolor tiene suficientes individualidades y juego colectivo como para tener desempeños trascendentales.
Con respecto a la ausencia de Byron Castillo, Gustavo Alfaro decidió llamar a José Hurtado. Es un jugador de buenas condiciones y, que, todavía, deberá mostrar mayor acción regular en el equipo de todos. Como siempre hay otros que piden pista. Uno de ellos era Romario Caicedo. Es normal que el entrenador sea muy fiel a sus convicciones. Puede tener virtudes o equivocaciones al seleccionar. Tampoco hay que ser impositivos en nuestras opiniones. Existirán algunos acomplejados que traten de, asegurar, que la prensa pone jugadores. Es normal que agarren el estiércol de acusaciones y prendan el ventilador. Éxitos a la tricolor ante los vino tintos…RMV
