La revolución Juande Ramos

Publicado  lunes, 28 de enero de 2008

La atmósfera futbolística revoluciona cada día. Contrataciones millonarias y la eficacia de resultados de algunos estrategas a nivel mundial, es para precisar rotundamente que los equipos dependen única y exclusivamente del efecto sui generis del director técnico, para que los jugadores muchas veces recuperen lo perdido.

Juande Ramos, ex entrenador del Sevilla y actual instructor del Tottenhan Hospurs de Inglaterra ha conseguido trepar las ansias mentales de los jugadores del equipo inglés. Los datos hablan con argumentos. Ocupaban puestos de descenso en la Premier League y tenían siete puntos después de once jornadas disputadas. Una auténtica catástrofe para un equipo del viejo continente. Llegó Ramos y tras doce jornadas en el banquillo de los “Spurs”, son undécimos con 27 puntos. Antes de su llegada estaban en el puesto 14 de la tabla general. El efecto Juan de Ramos se va notando de a poco…

El último ejemplo lo vimos al clasificar a la final de Carling Cup. El Tottenhan superó distendidamente al Arsenal y le endosó cinco goles que le sirvieron para meterse en la final del torneo. Es que no todos los días se le gana tan ampliamente a un equipo de los quilates de los gunners. Que vital es contar con jugadores decisivos como Berbatov o Robbie Keane. La esencia de liderazgo en este equipo, lo constituyen estos dos magníficos goleadores. No se descarta que lleguen lejos en UEFA, donde están clasificados a octavos de final y enfrentarán al Slavia de Praga.

¡Sencillamente excepcional!... Parece que el técnico español está a punto de cosechar los éxitos anhelados a su llegada al Tottenhan. Sus seis victorias en doce jornadas ligueras, la brillante trayectoria en Carling Cup y lo de la UEF, le están rubricando un futuro promisorio en una liga cada día más competitiva y futbolisada de Europa. Juande Ramos, es un ícono del sevillismo desplegado en Lóndres.

Publicado  jueves, 17 de enero de 2008


Por: Ramón Morales Verduga

Código de ética periodística: ¿Deber o Derecho?

“Para ser periodista de calidad, es necesario el conocimiento de ciencias, artes, acontecimientos de actualidad e historia, para un mejor desenvolvimiento en el ámbito profesional”. Esto lo señalaba Gabriel García Marquez (“El Mejor Oficio del Mundo”) y considero indispensable que eL escrito sea analizado por cualquier aspirante a periodista.

¿En el Ecuador se cumplirán con los preceptos básicos que se muestran en el código de ética del periodista profesional? Francamente dudo eso. Aunque, pueden existir como siempre unas cuantas excepciones. Sería recomendable, que el talento que pueda tener un comunicador se estreche rotundamente con la normativa ética que involucran a la noticia, la información veraz, oportuna y objetiva.

El “Libre acceso a la información”, se convierte en ocasiones en el arma amenazante para que el periodista transite sin argumentos en la vida personal de los demás. Algunos diarios impresos, medios radiales, televisivos o de Internet, juegan con el morbo informativo y circulan eufóricamente en el cáncer anti-ético denominado “FALACIA INFORMATIVA”. Otros, con el fandulerismo, si es que se puede llamar a esto una ramificación periodística, se burlan y ridiculizan aún más los principios del ejercicio serio, investigativo y de fuentes fidedignas.

El daño a la intimidad resulta ser un perjuicio hacia la persona de quien se habla. Es necesaria la tutela preventiva, que puede hacerse efectiva a través de la medida judicial pertinente, si ésta última cumple con su deber. ¿Resulta un sueño pensar en eso?...

Espejismos de la Asamblea

Publicado  domingo, 6 de enero de 2008


¿La patria es de todos?
Partiendo de este slogan gobiernista y considerando la pobreza de la oposición política, el régimen correísta está ganando la confrontación. El 2008 será un año intrigado por la impotencia política y las torpezas de asambleístas y opositores, que en vez de llegar a un acuerdo, transforman el escenario en el mismo exabrupto congresista que causó cansancio a los ciudadanos.

La oposición ha sido tan ingenua, que ha dejado hacer lo que le venga en gana al nuevo gobierno. Si algún día descalificamos al Congreso Nacional por las incompetencias que realizaban, creo que la Asamblea Constituyente está a la par de los ex congresistas. Los días pasarán y la película constitucional seguirá abriendo nuevos capítulos de aburrimiento político en la novela producida entre ambos bandos.

Pero ¿cuáles son las necesidades del Ecuador? En el aspecto social se necesita considerar y darles oportunidades a los marginados. Requerimos abrir los espacios de poder, fortalecer a las minorías, independizar verdaderamente los organismos de control, donde el atropello y el irrespeto a las leyes es el pan nuestro de cada día.

Hay que robustecer a un Parlamento (Asamblea), esta vez constituído por el mismo pensamiento inoperante e inútil de siempre, solo que actualmente existen diferentes artistas componen el circo.

En el sector educativo y de salud faltan por corregir errores. En el Ecuador y en Manabí el analfabetismo sigue llegando a los topes sobreabundantes. La falta de profesores en las zonas rurales es el dolor de cabeza de alumnos desprovistos de educación y de padres que luchan por la estabilidad organizacional de sus hijos.

La desatención hospitalaria está en el orden del día. El desperfecto de equipos de última tecnología, la inexactitud de infraestructura, falta de personal. En fin. todo afecta a los más pobres. Si me pusiera a escribir un libro sobre esto, créame señor lector que nunca terminaría.

Esperemos que el gobierno vialice las necesidades y las confrontaciones. Recordemos que para que se cumpla con el slogan de: LA PATRIA YA ES DE TODOS”, se necesita llevar en mente la democracia constitucional y la famosa “meritocracia”, corrientes que se han ido de la palestra política ecuatoriana desde hace varios años por el egoísmo y desolación de los llamados padres del país. Cuidado y la asamblea se incluye en la lista negra de las desgracias políticas ecuatorianas. Se necesita un recambio total. Con el diálogo y el consensuar creo que ganarían todos. ¿Es mucho pedir?...