EL CLÁSICO PERFECTO

Publicado  lunes, 15 de septiembre de 2008

Por: Ramón Morales Verduga
Email: moralesverdugaramon@gmail.com


Seguramente el verdadero hincha de Barcelona S.C esperaba observar a un cuadro amarillo jugando bajo los verdaderos preceptos futbolísticos de décadas anteriores. Y vaya que lo lograron. El clásico del astillero jugado el último domingo en el estadio George Capwell y que fue para los toreros por 3 a 0, dejó muchas lecciones para ambos equipos. Especialmente para el Emelec.

Comencemos hablando del ganador. Un Barcelona que renovó por completo su cuerpo técnico en esta segunda fase. La presencia de Mostaza Merlo en el grupo es lo más destacable y la mejor decisión tomada por la dirigencia amarilla, luego de la devacle en la primera fase por parte de Ever Hugo Almeida. Para dirigir a Barcelona se necesita de personalidad y ese olfato técnico- táctico del cual padeció Almeida cuando más lo necesitaba el equipo. A Merlo le sobra aquello. Su experiencia es su carta de presentación.

El grupo de jugadores saben que la mejora depende de ellos. Contra el Emelec funcionó a plenitud la defensa, medio campo y delantera torera. Fue un marcador determinante. De mis años viendo y analizando el fútbol a nivel nacional e internacional, jamás observé un clásico donde el equipo rival dejara tantos espacios y facilidades defensivas a su contrincante. Y el Barcelona le agradeció con goles a un cuadro millonario carente de ideas y vigor futbolístico. Barcelona depende únicamente de Barcelona. Aunque suene redundante es así. Hay que cambiar la mediocridad deportiva de 10 años sin campeonatos. Van por buen camino. La mejora y el éxito se medirán al final.

Lo de Emelec es preocupante. Se avizora otro año sin liguilla para el cuadro guayaquileño. La culpa cae directamente sobre la dirigencia que conformó el equipo desde comienzos de año. Se pensó que Juárez era la solución a los avatares de de gol que no solucionó en su momento el Trapito Vega y compañía. A todo esto, hay que añadirle las indisciplinas de diferentes jugadores como en el caso de Armando Paredes y Michael Arroyo, que no encuentran una mejoría en ningún aspecto y en lo que va del año dudo que la descubran. Se dice que los equipos mediocres no llegan a ningún lado. El Emelec comenzó mal y no creo que aquello cambie hasta que una dirigencia responsable asuma el reto de llevar a los azúles a los lugares estelares donde siempre estuvo acostumbrada la hinchada eléctrica. Emelec se electrocutó en solitario y la reparación futbolística depende netamente de la dirigencia. ¡Hasta el 2009 Emelec!…

0 comentarios: