Artículo publicado en el Diario Manabita del domingo 6 de junio 2021
“Atacarás mejor si defiendes mejor y defenderás mejor si atacas bien”. Es uno de los enunciados fantásticos del entrenador español Pep Guardiola. Muchos lo leen, muchos lo pueden practicar con sus equipos, pero muy pocos, lo argumentan en el terreno de juego.
Partiendo de esa ideología, comparé el partido de Ecuador ante Brasil. El equipo de Gustavo Alfaro realizó un soberbio primer tiempo, donde cortó circuitos, destruyó constantemente la posibilidad de juego de los enlaces ofensivos del rival y tuvo intensidad. Sin embargo, en reacción tras recuperación, no fue dinámico, no atacó y no tuvo el esférico. Una merecida derrota que se da por la falta de protagonismo en ataque hacia el arco brasileño.
Un equipo como Brasil, que tiene jugadores de calidad y que puede prender en cualquier momento el juego colectivo, te puede reaccionar en cualquier contexto. Primero, ante una mala salida de Ecuador y un gol con responsabilidad de Alexander Domínguez tras el remate de Richardlison. Luego de aquel tanto, el conjunto local tuvo dos o tres oportunidades para incrementar cifras, las mismas que no fueron concretadas.
Muchos responsabilizan al árbitro central, Alexis Herrera, por la pérdida de la tricolor en la jugada de repetición del segundo penal. Fue una decisión acertada del juez venezolano quien se deja ayudar por el “VAR”, quien aduce que el arquero ecuatoriano se adelanta de la línea al momento que Neymar remata el esférico. La regla 14 sobre el penal es clara en su enunciado general y dice: “El guardameta deberá tener al menos parte de un pie en contacto directo o sobre la línea de meta en el momento en que el lanzador chute el balón”.
El martes contra Perú, el elenco ecuatoriano parte como favorito. En la altura se ha mostrado otra faceta distinta y contundente. No hay margen de error en la pérdida de puntos de local. Todavía se está en zona de clasificación. Se depende de sí mismo. El fútbol se cura con fútbol.
