“EL SER UNO MISMO”

Publicado  miércoles, 17 de marzo de 2010

"Tu mayor competidor es lo que quieres llegar a ser." Así lo subraya en uno de sus enunciados, el autor estadounidense Jim Taylor. Y que casualidad que la reflexión de esa real frase de vida, me lo corroboró mi abuelo Lincol Verduga Loor, en muchas de sus conversaciones cuando comencé a vivir mi etapa de adolescencia y sobre todo, cuando decidí estudiar la carrera que me impactó desde siempre: LA DE PERIODISTA. Gracias a Dios pude edificar el legado que él dejó comenzado en la familia y del que espero seguir aprendiendo día a día.

“No descuides el don que existe en ti. Para distinguirse, es mejor ser un innovador, no un imitador”, me supo expresar con efusividad meses antes de morir. ¡ Sabia reflexión de mi TATA, como lo llamaba!. Es evidente que en el transcurso de nuestra vida diaria, donde hemos pasado por muchas experiencias positivas o negativas, Dios nos ha dado capacidades únicas, ideas y experiencias propias, con el objetivo de aprender a diferenciar entre lo que es inteligente y lo que es conveniente. No solo los objetivos trazados se consiguen con palabras (COMO LA FALSA FIOLOSOFÍA POLÍTICA); sino con hechos que van encaminados a mantener la autenticidad de acuerdo a nuestros valores. El principal secreto es aprender a ser “UNO MISMO”. ¿No lo cree así estimado lector?

Por si acaso, aclaro como siempre, que no estoy aliado a ninguna religión, partido político, organización, o movimiento. Estoy aliado al verdadero sentido de vida y respeto entre la Humanidad. Mucho se ha opinado, de acuerdo a la percepción que cada uno tiene del sentido de ser auténtico. Esa es la primera condición para alcanzar la felicidad. Nada puede darte más satisfacción que llegar a ser quién tú deseas tanto en el ámbito profesional, como en lo personal. Que pena me da saber que algunos seres humanos piensan que sintiendo y pensando como los demás, son mejor aceptados por ellos.
Otros precisan que hacen un gran favor estimable al otro, cuando dicen: “Sin ti mi vida es nada. Sin tu amor no soy nada”. Si es así, el único que vale es el otro. Ellos sólo le ofrecen lo que son: El resto les vale nada.

Hay que adueñarse de nuestra vida. Empieza a pensar por ti, a decidir por ti y asumir las consecuencias de todos tus actos. Es la única manera de que tu vida sea realmente tuya. Ya lo decía Gandhi: "¿Estás seguro de que no te empuja la sed de oro, de fama o de poder? ¿Estás verdaderamente seguro de que puedes permanecer a tu ideal y perseverar en él, aunque el mundo entero pretenda aplastarte? ¿Estás seguro de que continuarás la lucha mientras tengas vida, mientras tu corazón tenga fuerza para latir una vez más? Si es así, eres un verdadero reformador, una bendición para la humanidad". (RMV)

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