LA MAGIA DEL BARCA ESTUVO EN WEMBLEY

Publicado  lunes, 30 de mayo de 2011




Antes de escribir este artículo daba vueltas y vueltas en mi pequeño estudio que adecué en mi casa hace pocos meses. Pensaba en los elogios o frases célebres con que lo podríamos glorificar deportivamente al FC Barcelona de Pep Guardiola. Así no le colocáramos adjetivos calificativos, creo que este Barca de ensueño, es célebre desde todo punto de vista futbolístico, vea de donde se lo vea. Y ojo que para algunos parecería que es un equipo de PLAY STATION, pero es real, no de ciencia ficción.

Lo demostrado el sábado por los catalanes en la final de la Champions League frente al Manchester United, equipo al que vencieron contundentemente 3x1 con goles de Pedro, Messi y Villa; fue un claro ejemplo de que éste Barca de Guardiola es de otro planeta. No hay rival alguno que le pise los talones. Aunque en mis estadísticas rápidas sacadas mentalmente repaso que a este mismo equipo, Mourinho con el Inter y Real Madrid lo vencieron (uno en la semifinales de Champions pasada y el otro por la Copa del Rey). Recuerdo que también en la liga española sucumbieron contra el Hércules de Alicante en el Camp Nou y contra la Real Sociedad. Ambos encuentros por la liga española, de la que a la postre serían campeones los azul granas.

Cuando empezó el partido de la final de la Champions y observé a un Manchester que dominaba los primeros minutos, confiaba en que el encuentro podía darse de ida y vuelta, pero repentinamente todo cambió en un abrir y cerrar de ojos. Un elenco español arrollador, práctico, rápido, fulminante a la hora de atacar; y que hipnotizó a su rival con cada cambio de ritmo o de llegada al arco contrario. Y efectivamente ese cambió de compás de juego fue tan elocuente que jugadores del equipo inglés como Giggs, Rooney, Hernández, Evra, y Valencia quedaron inmiscuidos en la desesperación por recuperar el balón y en las ilusiones por atacar al arco defendido por Valdés, que de no ser por el empate del jabalí Rooney, hubiera pasado durante los 90 minutos de vacaciones. Para nosotros los ecuatorianos nos queda la tranquilidad imperecedera de que por primera vez un compatriota jugó la final de la Champions. Eso nos debe llenar de orgullo; pero reconocer también que para mí éste partido efectuado por Valencia con el Manchester United, ha sido el más bajo de todos desde su estancia en el equipo de Ferguson. ¿ La culpa de quién fue? ERIC ABIDAL. Bien controladito lo tuvo al tricolor.

Cada año que pasa y tengo la bendición de ver una final de Champions League, recuerdo las pasadas, las comparo tácticamente y saco conclusiones prácticas de cómo el fútbol evoluciona física y tácticamente. No sé si sería prudente decir que a este Barcelona lo podría pasar por encima. Lo mismo nos preguntamos en su momento con el Milán de Arrigo Sachi; con el Ajax de Cruyff; con el Bayern Muncih de Frankz Bekembauer o Muller; o con el Real Madrid de Di Estéfano, Puskas, Ronaldo, Zidane. En fin, cada quién reflexiona a medida de lo que crea conveniente analizar. Yo por ejemplo basándome en estadísticas, que reitero, no juegan a la hora de un partido, me atrevo a decir que este Barcelona seguirá por el mismo nivel futbolístico, hasta que le toque la hora de la famosa transición deportiva, como le ha tocado a los grandes del fútbol mundial. En Wembley, ese mítico estadio donde el arte cumple con su rol de embellecer cada día; ahí el FC Barcelona, demostró categoría, personalidad usurera y una cohesión de grupo electrizante. Un círculo victorioso que seguramente continuará por algún tiempo más… VISCA BARCA…(RMV)

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