Con lo visto en las semifinales de la Champions League
(FC Barcelona vs. Chelsea y Real Madrid vs. Bayern Munich) me queda claro en su totalidad, de que el
fútbol es indescifrable. Los hinchas del
fútbol no daban un centavo por la final Bayern vs. Chelsea, que se jugará en el
Alians Arena el próximo 19 de mayo.
Sin lugar a dudas, usted estimado lector, como la
mayoría; apuntaba a ver la final inédita entre el Barcelona y Real Madrid. ¿Me
equivoco? No. Lo afirmo. Estamos seguros de que no será lo mismo ver la final
entre alemanes e ingleses, que haber visto la que todos soñábamos. Sin embargo,
lo reitero, fue un simple sueño del que nos tuvimos que despertar; o mejor
dicho, del que nos hicieron levantar los jugadores blues y germanos.
La primera semifinal: Barcelona VS Chelsea, en la que
eran netamente favoritos los españoles, fue épicamente ganada por el equipo
inglés dirigido por el italiano Roberto Di Mateo. Y esa hazaña (2x2 en el Camp
Nou), que para algunos fue suerte, se pudo evidenciar en la férrea táctica defensiva
implantada por los blues (con un hombre menos), aguantando y desesperando poco
a poco al rival. Sin embargo, la contundencia al momento de aprovechar las
dos claras opciones que tuvo para concretar y lograr lo que para cualquier
equipo en el mundo fue difícil de alcanzar en los últimos cuatro años: “Eliminar
en su estadio, al Dream Team de Pep; fue el punto clave de la escuadra inglesa.
Lo dijo Fernando “el niño” Torres, previo al partido: “No
siempre los equipos que juegan bien al fútbol, ganan los partidos”. Y coincido
con aquel pensamiento del autor del gol que le dio el empate y clasificación al
conjunto presidido por el magnate ruso Abrahimovic. Barcelona siendo más en el
campo durante los 180 minutos, terminó siendo eliminado. Por eso es que en el fútbol,
la lógica dejó de existir hace rato.
Hablar de estrategias, de que si jugó bien Messi,
Iniesta, Xavi y compañía, aquello quedará en segundo plano. Existieron partidos
donde Leo y su comparsa, siempre aparecieron, pero en éste y ante el Real Madrid,
notaron que no son invencibles y que cuando los equipos cierran sus espacios de
distribución de juego, los problemas de desenvolvimiento colectivo están a la
orden del día.
No obstante, la escuadra catalán que le dijo adiós a la
Champions League, sigue reinante como el mejor equipo del mundo. No hay nadie
que haya cambiado aquello. Las estadísticas así lo dicen y lo seguirán
reafirmando, hasta que llegue el momento de la transición deportiva, método del
cual ningún equipo del mundo se ha salvado (estadísticas hay muchas). Mientras tanto que el mejor equipo de la
última década del fútbol mundial cumpla con el precepto del ex madridista Jorge
Valdano: "Todo equipo
que trata bien el balón, trata bien al espectador"
La
segunda semifinal: Real Madrid vs Bayern, fue el partido más electrizante de
esta Champions League, a la espera que lo sea el de la final. Ida y vuelta. Llegadas en los arcos de ambas escuadras,
alargues y los fatídicos penales.
Al
igual que le sucedió a Messi, la factura futbolística le paso a Cristiano
Ronaldo, quien falló desde los 12 pasos, uno de los remates decisivos.
¿Un
equipo de estrellas salió estrellado? No lo creo así. En la historia del fútbol
muchos equipos con rimbombantes nombres han fracasado. ¿Podríamos llamar
fracaso a lo del Madrid? Desde el plano pasionista o de hincha, quizás sí.
Desde el punto de vista periodístico, los argumentos están de sobra.
“Jamás
se confíen de los equipos alemanes. En el momento menos inesperado, reaccionan”,
pasó justamente aquel miércoles en el Bernabéu.
Cuando
mejor jugaba el equipo de Mou, llega la estocada de Arjen Robben y todo se
evidenció en un completo enigma hasta que llegaron los penales. ¿Cuestión de
lotería? Tampoco lo creo así. Un penal hay que cobrarlo bien, y si no lo haces
simplemente es ventaja para el otro equipo. Punto y aparte.
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