Fue considerado el padre del Periodismo. “Las malas personas no pueden ser buenos
periodistas”, fue una de sus frases célebres. A los 17 años empezó
a mostrar sus dotes comunicacionales en una revista polaca. Fue maestro de
la Fundación Nuevo Periodismo Iberoamericano (FNPI), creada y presidida
por Gabriel García Márquez. Colaboró en varios medios estadounidenses
y europeos.
Los que vivimos la
profesión periodística con pasión y vocación, siempre recordaremos varias
enseñanzas del maestro Kapuscinski.
Mucho más cuando, la profesión más linda del mundo, ha sido vejada por los
incultos e inmorales. Les dejo el extracto de varias reflexiones del maestro de
ayer hoy y siempre. Del que muchos llamados “PERIODISTAS”, deberían aprender.
1.- El Diario El Mundo(www.elmundo.com.ec) le preguntó en el 2007: ¿Cómo debe ser el
periodista del siglo XXI? El maestro respondió: “Se diferencia del siglo
XX en el sentido técnico. Antes el periodista cuando se iba a una guerra tenía
libertad para moverse. Dependía mucho de su talento, de su validez. Ahora, como
tenemos teléfonos móviles o Internet el jefe de redacción sabe mucho más lo que
está pasando. El periodista destacado en un lugar sabe lo que ve, mientras que
el jefe, que está en Madrid o Roma, tiene la información de varias fuentes. Al
final, el periodista, en vez de llevar a cabo sus investigaciones, se dedica a
confirmar lo que el jefe le pide desde la redacción. El sentido del trabajo ha
cambiado mucho.
2.- “El deber de un periodista es informar
de manera que ayude a la humanidad y no fomentando el odio o la arrogancia. La
noticia debe servir para aumentar el conocimiento del otro, el respeto del
otro. Las guerras siempre empiezan mucho antes de que se oiga el primer
disparo, comienza con un cambio del vocabulario en los medios. En los Balcanes
se pudo ver claramente cómo se estaba cocinando el conflicto”. (www.elpais.com).
3.- “Esta una profesión muy
exigente. Todas lo son, pero la nuestra de manera particular. El motivo es que
nosotros convivimos con ella veinticuatro horas al día. No podemos
cerrar nuestra oficina a las cuatro de la tarde y ocuparnos de otras
actividades. Éste es un trabajo que ocupa toda nuestra vida, no hay
otro modo de ejercitarlo. O, al menos, de hacerlo de un modo perfecto”. (En
“Los cínicos no sirven para este oficio”)
4.- “Hay profesiones para las que,
normalmente, se va a la universidad, se obtiene un diploma y ahí se acaba el estudio.
Durante el resto de la vida se debe, simplemente, administrar lo que se ha
aprendido. En el periodismo, en cambio, la actualización y el estudio
constantes son la conditio sine qua non. (En “Los cínicos no
sirven para este oficio”).
5.- “Creo que para ejercer el
periodismo, ante todo, hay que ser un buen hombre, o una buena mujer: Buenos
seres humanos. Las malas personas no pueden ser buenos periodistas. Si se es
una buena persona se puede intentar comprender a los demás, sus intenciones, su
fe, sus intereses, sus dificultades, sus tragedias. Y
convertirse, inmediatamente, desde el primer momento, en parte de su
destino. Es una cualidad que en psicología se denomina “empatía”. Mediante
la empatía, se puede comprender el carácter del propio interlocutor y compartir
de forma natural y sincera el destino y los problemas de los demás”. (En “Los
cínicos no sirven para este oficio”).
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