“Lo
que empieza mal, puede terminar mal”. Fue mi frase convincente en
2011 con relación al bochorno deportivo de
Liga de Portoviejo. Fui el que enfrentó
a los desadaptados que amedrentaron contra cierto sector de la prensa en varios
estadios del país. Fui el que encaró a ciertos
“INMORALES” dirigentes y de la
prensa, que fueron los memorables responsables para que el equipo de la capital de los manabitas
haya descendido.
En la actualidad, la
estadística dice que LDUP marcha
noveno con 11 puntos, luego de once presentaciones. Es decir, un punto por cada
partido jugado y convirtiéndose además en el “REY DEL EMPATE”. Factor evidente para la notable “MEDIOCRIDAD” deportiva en esta primera
etapa.
En cuanto a su cuerpo técnico,
que ha sido netamente manabita en esta temporada, comenzaron con Miguel
Parrales. Luego, interinamente, con Alfonso Obregón. Hoy es la oportunidad para
John Arteaga. Este último, deberá bregar con tino, de caro al posible tsunami
futbolístico y deportivo. Otra muestra de que en Manabí a los distintos
técnicos no les falta oportunidad. Les falta preparación exhaustiva y
personalidad.
La dirigencia universitaria volvió
a equivocarse esta vez en lo relacionado a la contratación de jugadores. La base de
aquello está en el verdadero discernimiento
cognoscitivo, que se magnifica con el adecuado
trabajo en divisiones formativas.
Finalmente, a los llamados “HINCHAS DE LA CAPIRA”, el grado de
cultura de un verdadero aficionado al fútbol,
se lo mide por la concurrencia al estadio donde juega su equipo. Contados son los
que apoyan, cuando el equipo juega de local. No tienen obligación de hacerlo,
pero por dignos hijos de Portoviejo y de Manabí, dejen de ser “GRANDES NOVELEROS”, que van a un
escenario deportivo por el resultado positivo momentáneo…La fantasía se la debe
dejar de lado… (RMV)
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