Todos nos hemos deleitado
con el juego de Leonel Messi. Lo hemos encumbrado, futbolísticamente hablando. Gozamos
su rendimiento hasta el punto de argumentar
que es un completo “extraterrestre”
deportivo. Su magia, su estampa en el campo y su fulgor, con marcas estadísticas
dentro del balompié, dejó sorprendidos a
los que varias veces pateamos una pelota.
Sin embargo, el “canibalismo periodístico” se hace
presa de él. Ese salvajismo digno de
vender lo maléfico, lo sensacionalista y el cuchicheo mal intencionado. Recuerdo
alguna entrevista con el DT argentino, César Luis Menotti, donde precisaba que
todos los que aman el fútbol deben disfrutar de Messi. A la mayoría de los espeluznantes
y soberbios mercaderes del humo comunicacional, aquello les entra y les sale
por sus oídos. ¿Y cuándo Messi decida despedirse del fútbol? Ese día, los inmorales
(algunos periodistas e hinchas), lloriquearán y dejarán replicada la hipocresía
rebuznante en las redes sociales, medios digitales, programas radiales y
televisivos. Un verdadero asco deshonesto con la vida y la profesión.
En este mundo vivencial y
deportivo todo mundo recuerda lo protervo. Muy pocos subrayan lo bueno. Con eso
se puede medir hasta el mínimo aspecto de mediocridad del resto. Se olvidan de
que Messi es humano.Es el digno ejemplo del muchacho sudamericano que
batalló contra viento y marea por sus
sueños. (Recuerden su historia).
¿Su pecado? Ser argentino.
En aquel país es tildado por algunos de “pecho frío”. Es señalado y culpado por
no ganar un título con su selección. En ese momento de cerrades mental nadie
recuerda que el grado de culpabilidad de un equipo se lo mide por lo colectivo,
no por lo individual.
¿Acaso Johan Cruyff, Alfredo
Di Stéfano, Eusébio da Silva Ferreira
y otros grandes del belompié mundial, ganaron títulos con su selección y dejaron
de ser estrellas? Como dijo el maestro
Jorge Barraza en su cuenta twitter: “Messi falla el penal y el equipo no lo
pudo salvar. Messi siempre salva al equipo, ellos a él, nunca” ...No hay que
ser injustos. En este mundo de muchos
mediocres, cuando alguien consigue el éxito, le hacen la vida imposible para que ese
ser humano se desplome. #NoTeVayasLio. El fútbol te necesita. (RMV)
Por: Ramón Morales Verduga
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