Maradona es un sinónimo de fútbol y genialidad. Es una de las obras de arte más significativas en el mundo del balompié y, difícil asimilar su partida para los que amamos este deporte.
No nos imaginábamos que iba a ocurrir tan pronto y con tan solo 60 años. Es que la muerte se convierte en el ladrón que no te avisa que va a robar. Aparece y, el desenlace, es sumamente trágico. Lo de Diego, se convirtió en un suceso descomunal, terrorífico en tristeza, llanto y zozobra.
Los genios en la vida y en el fútbol, son contados. Desde ese punto, “el 10 de todos”, cumplió con las características que lo convirtieron en intratable. Acariciaba el balón, con un amor único. Como aquel niño que jamás se quería desprender de su juguete predilecto. Y así la fue enrumbando hacia el destino perfecto: Sus jugadas cinematográficas, históricas y siempre recordadas. ¿Las más épicas? Las del mundial de México 1986, donde levantó la Copa para su país. Además, de pasear su clase magistral incansablemente.
Habría que llenar un periódico de la cultura futbolística llamada “Maradona”. El fútbol está de luto. La pelota llora desmedida ante la partida de su amor sublime. El Diego de todos. Simplemente “MARADONA”. Dibuje maestro, dibuje. Las gambetas en el cielo estarán de moda…RMV
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