El 2014 se cerró con desilusión
y una experiencia más de aprendizaje para dirigentes, jugadores e hinchada.
Liga de Portoviejo no logró el objetivo de llegar a la serie de privilegio 2015.
Justo en la temporada donde el equipo verde y blanco, cumplió 45 años de vida
institucional y deportiva.
El poder de inversión económica y el cumplimiento, fueron
las claves de esta dirigencia comandada por José Zambrano, Eder Cevallos, Santiago
Montenegro y compañía. Los
universitarios conformaron el mejor equipo de la serie “B”. Inclusive, por
encima de Aucas y River Plate, los dos clasificados a la serie A. Sin embargo:
“Los ascensos no lo logran los nombres,
sino los hombres”. La regularidad de resultados es el premio fehaciente para
lograr el tan anhelado sueño, que lamentablemente no se cumplió.
Los dirigentes de la capira,
pagaron piso a las distintas ingenuidades que cometieron durante el trayecto. Errores
de los cuáles deben aprender para ser mejores en próximas experiencias. De
seguro, enmendado aquello, todo se optimizará. Para ser un gran líder
dirigencial, no solo basta invertir. Hay que tener sapiencia a la hora de
contratar asesores, jugadores y cuerpo técnico, que estén sumamente
comprometidos con el proyecto deportivo.
Los futbolistas son como los
hijos. Se les debe decir “SÍ”, y también
“NO”. El grado de afinidad debe estar apegado al gran sentido común y “PROFESIONAL”. Pero sobre todo, de “Respeto”. Reitero: “RES-PE-TO”. (Por si alguno no tiene
comprensión gramatical).
Escuché pensamientos, como el que
uno de los peores deslices de esta dirigencia fue haber contratado como
entrenador a Fabián Bustos. Es fácil hablar con pasionismo y con el hígado.
Pero como me gusta hablar con argumentos, comencemos.
El “Inservible” Fabián Bustos (Como algunos lo llamaron
irrespetuosamente) consiguió el 61 % de puntos mientras estuvo al frente del
banquillo de Liga de Portoviejo. Dejó al equipo con 49 unidades y más 18 de gol diferencia. Ganó 15 de 27
partidos. Y es más, sacó el 70 % de los puntos de local y el 51 % de unidades
en condición de visitante.
Desde la salida del señor
Fabián Bustos, el equipo (Con César Vigevanni y Miguel Parrales) hizo 26 puntos
y más 1 de gol diferencia. Es decir, el 51 % de los puntos posibles en 17
fechas. No digo que los responsables del no ascenso, sean los dos anteriores
técnicos nombrados. Pero las estadísticas no mienten. Ni River, ni Aucas, en algunas
de las dos etapas, hicieron 44 unidades.
Aucas Primer
Etapa (40 puntos) Segunda Etapa
(43puntos)
River
Plate Primer Etapa (42
puntos) Segunda Etapa (36 puntos)
Liga
de Portoviejo Primer Etapa (44 puntos) Segunda Etapa (31 puntos)
No obstante, sería subjetivo
decir que con Bustos se hubiera llegado a la serie “A”. Nadie lo puede
descifrar. Considero que se iba por el camino correcto en cuanto a la
consecución de puntos. Desde mi punto de vista, “SE APRE-SU-RA-RON” en cesarlo de sus funciones. Y lo más
sorprendente, quienes pedían a gritos que lo despidan, al término de la campaña
se subieron a la camioneta del arrepentimiento, diciendo: “Fue un
error grave de esta dirigencia. El profe Bustos debía continuar”.
Cae como anillo al dedo, la frase de algún político ecuatoriano: “Cuanta doble moral”.
Así mismo, sostengo mi
postura: Hubo actos de indisciplina que ni los técnicos ni los dirigentes
pudieron controlar. Cuando se quiso poner mano dura a varios jugadores que
llegaron al equipo, fue demasiado tarde. De ahí en más, el compromiso de los
distintos futbolistas se fue perdiendo de a poco, especialmente los que
tuvieron que dejar la institución por los “mangajismos”
e “indisciplinas” de siempre. Fallaron a la hinchada y dirigencia.
En otro tema. Varios
aficionados me escribieron a mi programa de SuperK800 Guayaquil y Deporte
Xsport Radio, para que opine sobre si la prensa manabita fue responsable del
descalabro de la capira en este año. De los colegas no puedo hablar y al respecto en la universidad estudié una materia que se llama “Ética
Periodística”. Mientras hice prensa escrita, radial y televisiva en Manabí,
me dediqué simplemente a lo mío y a empujar a los proyectos que tenía al
frente. No era de los que estaba pendiente con una radio al lado, para escuchar lo que decía la competencia. Mi clave, fue marcar diferencias. Los colegas saben lo que pienso de ellos, y tengo claro, lo que ellos piensan
de mí. Es verdad, no comparto preceptos con ellos pero eso no quiere decir que no los respete
Creo fielmente, que tanto el jugador de fútbol como el dirigente, deben hacer caso omiso a los buenos y malos comentarios de la prensa deportiva.
Nunca se dejen tentar por los elogios, porque muchas veces se convierten
en una hipocresía absoluta. Decía Marcelo Bielsa: “En
el fútbol tiene que haber una gran alegría o una gran tristeza. El problema es
que en el fracaso se sufre más por la injusticia del trato”…Cuando
aquellos paradigmas cambien, todo saldrá flote. Mientras tanto, habrá que
seguir invirtiendo, experimentando y apostando al trabajo serio de una
verdadera “INSTITUCIÓN DEPORTIVA”. Ese es el deber de todos los que conforman
LIGA DE PORTOVIEJO.
Escrito
por Ramón Morales Verduga
Periodista
de Ecuador TV y SuperK800
Twitter @Rmoralesverduga