EL RACISMO: DESGRACIA LATENTE  EN LA SOCIEDAD
    Ilógico, deplorable  e impotencia absoluta, son los adjetivos precisos que escanean mi mente, ante  las crueles imágenes en que el español, Sergi Martín, ataca  salvajemente a una joven ecuatoriana, de 17 años, en un tren de Barcelona (España), el pasado 7 de octubre. Dichas imágenes, también se repiten en la imaginación de personas de otras nacionalidades, que han sido víctimas en suelo ibérico de reprimendas físicas y sicológicas de racismo por  medio de los xenófobos que abundan en muchos sectores de Europa y del mundo entero.
   
  Me causa gran asombro, el saber que las autoridades españolas ante lo sucedido, se hagan de la vista ciega y no hayan aplicado todo el peso de la ley sobre el cobarde que agredió a la menor. El repugnante, quien a pesar de las evidencias, como la filmación donde patea y golpea a la joven ecuatoriana, sigue caminando por las calles de su pueblo, tomando cerveza con sus amigos, burlándose de las autoridades, periodistas e inmigrantes. 
    De la misma forma, se busca concienciar a las fuerzas  policiales españolas para que tengan proyectos a corto plazo, que les permitan detectar conductas racistas en el ejercicio de sus funciones. En una investigación realizada por el Centro Europeo Contra el Racismo y la Xenofobia (EUMC),  se detectó que de los 612 casos de discriminación en el 2005 por SOS Racisme, se especifica que en 43 agresiones están implicados agentes de policía o guardias de seguridad contratados por organismos estatales, a quienes se los acusa de agresiones físicas y verbales. El 89% de estas actuaciones comenzó con un control de identidad… Es como para premiarlos con el galardón de ¡“MISERABLES”!.. Que culpa tenemos algunos de ser indígenas, mestizos, cholos, blancos o negros. ¿Será acaso que por la diferencia de etnias se tiene comprado el bienestar económico  que muchos creen tener?, ¿Tenemos asegurado el derecho de pertenecer a la “CLASE SOCIAL ALTA”, donde muchos pretenden corresponder?, ¿Habrán conocido algunos, a los grandes filósofos de vida como Martin Luther King, Gandi, Teresa de Calcuta, que siempre pregonaron por desplazar el racismo?...Creo que no.
  Es evidente que el racismo o xenobofia crece sin medida en esta sociedad, que  cada día cambia de manera inesperada e insensible ante los actos deshumanitarios de los que tienen el corazón de  piedra. Gran culpable de todo aquello también es el Internet y la televisión que  acapara con varios foros y blogs, donde se  expresan mensajes en los que a los inmigrantes se los trata como la última piedra del zapato.
    Esperemos que las autoridades se conduelan ante lo ocurrido. El gobierno  ecuatoriano debe actuar con más rapidez y tratar de apoyarse con organismos internacionales que se sensibilicen ante actos censurables como el de la compatriota agredida. Quizás con este escrito no saque provecho ni al remordimiento de algunos mandos, ni peor aún, del xenófobo inclemente. Pero usted, ¿Qué hubiera hecho si aquella niña agredida en el tren era su  madre, hija o esposa?...
   
 
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