EL SELLO DEL INTER DE PORTO ALEGRE

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La Copa Libertadores de América ya tiene el sello del Internacional en este 2010. Este equipo que levantó este mismo cetro en el 2006, donde también obtuvo el mundial de clubes al haberle ganado al FC Barcelona en la final, tuvo un ápice que lo mantuvo con la regularidad en cuanto a resultados: La contundencia en los momentos difíciles.
Hace varios días en mis programas televisivo y radial, daba cuenta de que no hay que confiarse de los equipos mexicanos. Que nunca hay que darlos por muertos, porque resucitan en el momento menos indicado. Será cuestión de tiempo para que un elenco azteca se lleve el trofeo de la Libertadores. Ya el Pachuca en el 2007 dio el batacanazo latinoamericano, al haber obtenido el título de la Copa Sudamericana frente al Colo Colo de Chile.
El Inter dirigido por Celso Roth disputó 14 partidos, de los cuales ganó 8, empató 3 y perdió 3 (todas las veces como visitante), con un saldo de 20 goles a favor y 12 en contra. Se dice que un equipo de fútbol en las consecuciones deportivas siempre tiene jugadores elucidarios que enmarcan la cosecha futbolística. De Alessandro, Alecsandro, Guiñazú, y Giuliano, autor del tercer gol en la gran final y máximo artillero del equipo con 6 tantos, ensombrecieron la ilusión de las Chivas de Guadalajara, que titubearon a la hora de tratar de reaccionar ante los embates del equipo brasileño, en los partidos de ida y vuelta.
Los cariocas, siempre fueron sofocantes en la marca, rápidos en la definición y claves al momento de concretar series. Es verdad que en algunas de las fases pudieron quedarse con las opciones de llegar a la final, pero esa es la suerte del justo campeón: Priorizan el juego ofensivo por el defensivo, y los premios llegan al final del camino, por más espinoso que haya sido el mismo.
Tenemos que reconocer que parte en este premio del Internacional de Porto Alegre, mucho tiene que ver el DT uruguayo, Jorge Fosatti, quien llevó al elenco hasta las semifinales, dejando en el camino al Estudiantes de la Plata, dirigida por Alejandro Sabella y que venía de levantar el título en el 2009. Celso Roth, el estratega que reemplazó a Fostti, no cambió el estilo de juego y sobre todo comprendió de que un equipo ganador, no se cambia.
Inter tiene argumentos suficientes y reconocibles para ser el legítimo campeón. Es un equipo con mucha administración del esférico y que, pese a contar con buenos atacantes, marca diferencias en la solidez defensiva, buena salida por los laterales, dos centrales implacables. Un mediocampo atrayente. En fin, tuvo la el axioma de todo gran campeón: “SED DE GLORIA DEPORTIVA”. (RMV)