LA NARANJA MECÁNICA EN SU MÁXIMA EXPRESIÓN

Publicado  viernes, 13 de junio de 2014



Foto: Diario Marca


“Todos hemos hecho un trabajo espectacular. No sabemos el alcance que tiene esto. Es increíble”. Fue la frase de Andrés Iniesta, volante español, cuando consiguió el título mundial frente a Holanda, en la final de Sudáfrica 2010.

Cuatro años después y ante la misma selección, en el debut de Brasil 2014, la roja ibérica fue humillada 5x1 frente a la naranja mecánica. "Poco se puede decir después de un resultado así. No hemos tenido poder de reacción. Es un contratiempo que nadie esperaba", sentenció luego del partido el propio Iniesta a medios españoles. 

Y es verdad. Nadie esperaba ese apabullante resultado. Sorprendió a propios y extraños. Muchos observamos como Iker Casillas y la defensa española, tuvieron el  peor día de sus vidas.  Aquello  lo aprovecharon Van Persie,  Robben y compañía. Vengaron categóricamente la derrota amarga de Johannesburgo.

El fútbol trae estas utopías impensadas. Más allá de analizar el funcionamiento deportivo, con el léxico acostumbrado de las distintas  crónicas de los partidos, el detalle está en dos palabras fáciles de comprender, pero muy  difícil de impregnarlas con solvencia dentro del terreno de juego: “CONTUNDENCIA GOLEADORA”. Holanda magnificó y destrozó a la defensa española.  Argumentó un notable soporte colectivo en sus distintas líneas de juego. 

Pudieron ser algunos goles más.  Un golpe brutal para España que seguramente será complicado de superar. La naranja mecánica exprimió la hidalguía española. Como dijo algún día Johan Cruyff, ex seleccionado holandés: Al fútbol siempre debe jugarse de manera atractiva. Debes jugar de manera ofensiva. Debe ser un espectáculoHOLANDA fue un verdadero SHOW FUTBOLÍSTICO (RMV)

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